En el mundo de Internet existe una máxima: Cuando no queda claro de dónde provienen las ganancias de una empresa, casi siempre el negocio eres tú.
Este febrero, la mayor red social del globo, Facebook, cumplió diez años con más de 1 200 millones de usuarios activos e ingresos cercanos a los ocho mil millones de dólares.
La información personal que recopila de sus clientes y la publicidad que se genera con esos datos, es la principal fuente de ganancias de la red social más popular del mundo, según afirman los expertos.
Facebook lo sabe todo de sus usuarios: la edad, la ubicación, el estado civil, los estudios que han cursado, y también, gracias al botón "me gusta" (una función que permite al cliente seleccionar lo que le parece más interesante dentro de la red social), sus gustos y preferencias.
Pero además conoce otros datos menos obvios, y esta información la consigue a través de lo que las personas escriben en sus publicaciones, los contenidos que comparten e incluso las veces que pasan el cursor por encima de una imagen concreta.
La idea es muy sencilla. Quien conozca tu género preferido de lectura, tus películas y series favoritas, tu equipo de fútbol, tu tiempo de ocio durante el fin de semana, tiene un poder tremendo sobre ti, que o bien lo puede utilizar o vendérselo a un tercero.
"Saben más sobre tus gustos y preferencias que cualquier otra empresa de la historia", dijo Nate Elliott, analista de redes sociales de la firma de investigación Forrester, citado por RT.
Su principal objetivo es averiguar cómo hacer que sus clientes anunciantes se be-neficien de esta información, y cómo hacerlo sin afectar directamente a su base de usuarios.
Además, para conseguir un registro de la actividad fuera de Facebook, la red social coopera con empresas de recolección de datos como búsquedas por Internet o compras con tarjetas de crédito para generar perfiles de cada persona o grupo de personas.
"Es una de las herramientas más potentes que tenemos", dijo citado por la CNN Molly McCarty, que utiliza Facebook para publicar anuncios dedicados para sus clientes.
Todo este sistema está respaldado en un marco legal que los usuarios aceptan des-de el momento en que se inscriben de manera gratuita y permiten el uso de su información por parte de terceros.
Si bien Facebook, al ser la más grande, es un buen ejemplo de cómo funcionan en la actualidad las redes sociales, otras más pequeñas tienen mecanismos similares, como puede ser el caso de Twitter o Linkedin. También el gigante de las búsquedas, Google, vende o negocia con la información que posee en sus centros de datos.
De hecho, la venta directa del acceso al big data, como se le llama a los millones de gigabytes que están guardados en los servidores de las principales compañías de Internet, es un servicio cada vez más importante para otras empresas de la economía real que pueden ganar miles de millones de dólares con esa información.
Los especialistas coinciden en que el impacto de las redes sociales ha sido positivo en cuanto a interconectar a las personas. Sin embargo, a veces se olvida que Internet está inmersa también en la lógica del mercado y el capitalismo con formas mucho más sutiles y efectivas que las tradicionales.
Cada vez que un usuario sube una foto personal, le dedica un "me gusta" a una página en específico o simplemente comenta con el mundo cómo se siente ese día, puede estar echando a andar la caja registradora de una empresa al otro lado del planeta.
Tomado: Granma