La primera etapa de la conferencia de paz para Siria, conocida como Ginebra II, concluyó este viernes, sin acuerdos concretos y con la perspectiva de las partes de volverse a reunir en febrero.
"No hemos hecho ningún progreso", dijo el representante especial de la ONU y la Liga Árabe para el conflicto sirio Lakhdar Brahimi al término de ocho días de conversaciones. No obstante, añadió que aunque el inicio ha sido muy modesto, se puede construir sobre esta base.
Según el mediador, el paso más importante hasta ahora es que el Gobierno sirio y la oposición "se acostumbren a sentarse en la misma sala, a presentar sus posiciones y a escucharse la una a la otra".
En tres años de conflicto es la primera vez que se reúnen "para discutir sobre la guerra y tratar de encontrar una solución política para salvar su país", añadió.
De acuerdo con Brahimi ambas partes reconocieron que el futuro solo debe ser resuelto por el propio pueblo, la violencia debe cesar y es necesario implementar los acuerdos de la reunión de Ginebra I, celebrada en junio de 2012. Sin embargo, las diferencias siguen siendo amplias, dijo el mediador.
La delegación del gobierno plantea que para resolver el conflicto hace falta primero poner fin a los grupos terroristas y al financiamiento de Occidente a estas bandas.
El ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, declaró al término de esta primera ronda que no hubo acuerdos por la falta de compromiso de la oposición y la intervención de Estados Unidos.
Por su parte, Louay Safi, portavoz de la Coalición Nacional de Fuerzas Revolucionarias de la Oposición Siria (CNFROS), afirmó que sin formar un "gobierno de transición en Siria que sea investido de todas las facultades" no se puede dar ni un paso adelante hacia la regulación de la situación.
El ministro de Información de Siria, Umran Ahid al Zabi, advirtió a la oposición que su delegación no aceptará condicionamientos. "Ni durante esta ronda, ni en las próximas la oposición podrá conseguir de la delegación siria concesiones algunas", dijo el titular.
"No hemos hecho ningún progreso", dijo el representante especial de la ONU y la Liga Árabe para el conflicto sirio Lakhdar Brahimi al término de ocho días de conversaciones. No obstante, añadió que aunque el inicio ha sido muy modesto, se puede construir sobre esta base.
Según el mediador, el paso más importante hasta ahora es que el Gobierno sirio y la oposición "se acostumbren a sentarse en la misma sala, a presentar sus posiciones y a escucharse la una a la otra".
En tres años de conflicto es la primera vez que se reúnen "para discutir sobre la guerra y tratar de encontrar una solución política para salvar su país", añadió.
De acuerdo con Brahimi ambas partes reconocieron que el futuro solo debe ser resuelto por el propio pueblo, la violencia debe cesar y es necesario implementar los acuerdos de la reunión de Ginebra I, celebrada en junio de 2012. Sin embargo, las diferencias siguen siendo amplias, dijo el mediador.
La delegación del gobierno plantea que para resolver el conflicto hace falta primero poner fin a los grupos terroristas y al financiamiento de Occidente a estas bandas.
El ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, declaró al término de esta primera ronda que no hubo acuerdos por la falta de compromiso de la oposición y la intervención de Estados Unidos.
Por su parte, Louay Safi, portavoz de la Coalición Nacional de Fuerzas Revolucionarias de la Oposición Siria (CNFROS), afirmó que sin formar un "gobierno de transición en Siria que sea investido de todas las facultades" no se puede dar ni un paso adelante hacia la regulación de la situación.
El ministro de Información de Siria, Umran Ahid al Zabi, advirtió a la oposición que su delegación no aceptará condicionamientos. "Ni durante esta ronda, ni en las próximas la oposición podrá conseguir de la delegación siria concesiones algunas", dijo el titular.
Después de una pausa, las conversaciones se reanudarán al parecer el próximo 10 de febrero. (PL/RT)
Tomado: Granma