sábado, 23 de agosto de 2014

Escocia prepara referéndum sobre independencia

El Parlamento de Escocia realizó este jueves la última reunión previo al referendo consultivo sobre la independencia del 18 de septiembre, en una sesión matizada por las diferencias entre los que se encuentran a favor y en contra del Reino Unido.
"Tenemos la capacidad, el talento y recursos en abundancia", indicó el jefe del gobierno regional, Alex Salmond, líder de la campaña por la independencia de Escocia e integrante del Partido Nacional Escocés, que tiene mayoría en el parlamento regional. Insistió en que su país sería más próspero porque gestionaría por si misma recursos como el petróleo ubicado en el mar del Norte.
Se trata "de la primera vez que los escoceses tienen el control democrático de su propio destino", dijo. "Cuando las urnas cierren, no volvamos a entregar ese control", añadió.
Según esta encuesta del instituto YouGov por diario The Times, el 38 por ciento de los votantes quieren la independencia del Reino Unido y el 51 por ciento quiere mantenerse bajo dominio inglés, como desde 1707. Los sondeos muestran un aumento de 4 por ciento en el voto independentista en solo una semana.
Un dos por ciento de los encuestados dice que no votarían y el nueve por ciento restante que no se han decidido. Los tres grandes partidos británicos -laboristas, conservadores y liberales- se oponen a la independencia.
Tanto la líder laborista escocesa, Johann Lamont, como la conservadora Ruth Davidson, valoraron la consulta de manera positiva.
"Pase lo que pase el 18 de setiembre, Alex Salmond podrá reivindicar este importante legado: que la cuestión de la independencia de Escocia se planteó finalmente a los escoceses y que se les dio una oportunidad justa de responder a ella".
Perspectivas
De ganar la opción de la independencia, Escocia se declararía Estado el 24 de marzo de 2016, un día después de disolver el Parlamento, y en mayo de ese año se convocarían elecciones por primera vez para una Escocia independiente.
Aunque inicialmente el panorama no era favorable para los independentistas, la opción de la soberanía crece considerablemente. Por otra parte, el Gobierno británico, encabezado por el primer ministro David Cameron, se ha encargado de destacar las consecuencias "negativas" que- según él- acarrearía la independencia.
De ser aprobada la independencia, Escocia perderá el derecho a utilizar como moneda nacional la libra esterlina británica. Lo que generaría un nuevo dilema en los escoceses: optar por el euro -una decisión que traerá consigo los problemas de la zona euro- o crear su propia moneda.
Tomado. tercerainformacion