martes, 10 de diciembre de 2024

170 años de la confabulación reaccionaria contra los trabajadores

 El 4 de diciembre de 1854 una coalición de los sectores más reaccionarios de los nacientes partidos liberal y conservador derrocaron por la fuerza de las armas al primer gobierno popular instaurado en Colombia representado por artesanos, trabajadores urbanos, sectores campesinos, exesclavos que recién habían adquirido su libertad y los restos del Ejército Libertador, encabezado por el general José María Melo, el dirigente herrero artesano Diego de León, el periodista revolucionario Joaquín Pablo Posada y centenares de humildes, que cansados con la ruinosa gestión contra la economía y hambreadora contra los más pobres, depusieron al gobierno despótico y elitista de José María Obando.

Los artesanos que fueron el principal sustento económico en la guerra de independencia, al suministrar a los ejércitos libertadores su avituallamiento, parte esencial del armamento y logística, una vez consolidada la republica vieron que las nuevas élites que se habían robado las tierras prometidas a los soldados (reconocidas en simples bonos) y que se habían apropiado de toda la estructura de la nueva sociedad, intensificaron sus medidas para convertir al país en simple exportador de materias primas exclusivas y de minerales, especialmente preciosos, mientras se habían convertido simultáneamente en prósperos comerciantes importadores de toda suerte de mercancías (incluidas las fabricadas en el país) y mediante sus políticas de librecambismo llevaban cada día más a la ruina de la producción y a la indigencia a la mayoría de sus habitantes.

El presidente que ayudaron a elegir, el general José María Obando, que había prometido poner freno al libre cambio resultó profundizándolo y traccionando a las mayorías. Obando, un antiguo militar realista, acusado con indicios y pruebas suficientes de haber sido uno de los autores intelectuales del asesinato del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, fue reemplazado en el poder el 17 de abril de 1854 por una junta revolucionaria, contra la que se desató la más febril reacción de las élites con el apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña. Contra ese primer gobierno popular en la actual Colombia reclutaron incluso a exesclavos y a esclavos aún no manumitidos, a masas campesinas y a los sectores más atrasados, y finalmente, por la falta de respuestas y medidas drásticas de los revolucionarios, el primer experimento fue derrocado el 4 de diciembre.

La reacción se había cebado, especialmente desde los debates de comienzos de 1850, cuando se desató una gran actividad artesanal para obtener por fin la libertad definitiva de los esclavos. En el debate de la ley, que privaba de la propiedad sobre otros seres humanos a los hacendados y dueños de minas, en especial del occidente del país, la reacción levantó toda una campaña contra los artesanos, habiendo juzgado y condenado al fusilamiento al dirigente artesanal, «abogado de pobres», doctor José Raimundo Russi, ejecutado con una pantomima legal en julio de 1851, a quien junto a sus compañeros de patíbulo se acusó de “rojos, comunistas y terroristas”.

El gobierno del pueblo de Melo y los artesanos (primero en Colombia, aunque no elegido popularmente) en su corto período adelantó medidas de beneficio para la economía nacional y sus mayorías; pero al no haber reprimido a sus mortales enemigos, fue finalmente vencido por las armas acorralado en Bogotá. Como gobierno de artesanos, obreros urbanos e intelectuales del pueblo, antecedió en 17 años al primer gobierno obrero del mundo, la Comuna de París.

Derrocado, Melo y cientos de sus compañeros fueron expulsados del país, deportados a través de las selvas de Chagras y del tapón del Darién. Muchos murieron en la travesía. Otros muchos de los artesanos resultaron muertos en la batalla en Bogotá y centenares fueron ahorcados en una represalia sangrienta y escarmentadora.

El general Melo, desterrado, se vinculó de forma decidida a las fuerzas que comandaba el presidente de México, el «Benemérito de las Américas» Benito Juárez en su lucha contra la invasión imperial francesa, y murió fusilado en la zona de Chiapas poco tiempo después. El actual gobierno popular de Colombia, encabezado por Gustavo Petro, junto con la embajada de México en Colombia y la República Mexicana se encuentran adelantando las gestiones y los trámites científicos que permitan la plena identificación de los restos mortales del general, primer presidente de origen indio, de la etnia Pijao, para repatriarlos a Colombio y sepultarlos en su natal Chaparral.

¡El PCC rinde homenaje a Melo y los artesanos en el 170 aniversario del derrocamiento del primer gobierno popular!

Tomado: Agencia prensa Rural