viernes, 30 de diciembre de 2016

Presidente sirio reitera rechazo a injerencia externa

El presidente sirio, Bashar Al Assad, reiteró este jueves su rechazo a la injerencia externa en un encuentro con diputados europeos y parlamentarios de la Asamblea federal de Rusia.
‘Si los países europeos quieren ayudar al pueblo sirio deben en primer lugar dejar de apoyar a los terroristas y levantar el injusto bloqueo que apunta contra las necesidades básicas del pueblo’, precisó el mandatario.
Al Assad subrayó que Rusia, mediante su apoyo a Siria, no solo defiende a este país sino también protege la seguridad de su pueblo y la de los pueblos europeos e indicó que la lucha contra el terrorismo se realiza mediante las operaciones militares que marchan bien con el respaldo de esa nación.
Por su parte, los miembros de la delegación destacaron que su visita sirve para dar a conocer la realidad de la situación y expresar su apoyo al pueblo sirio en su lucha contra el terrorismo y felicitarlo por la victoria obtenida en la ciudad de Alepo.
Aseguraron además su rechazo a la injerencia externa en los asuntos internos de Siria.
Tomado: Prensa Latina

En 2016 Israel batió récord de demoliciones de casas palestinas

La oficina de la ONU para asuntos humanitarios (OCHA) informó este jueves que 2016 fue el año en que Israel demolió más viviendas de palestinos en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén este.
El organismo contabilizó hasta este jueves 1.089 demoliciones de propiedades palestinas que provocaron el desplazamiento de, al menos, 1.539 personas y afectaron los medios de subsistencia de más de 7.000.
“Estas son las cifras más altas de demoliciones y desplazamientos en Cisjordania desde que la OCHA comenzó a registrarlas en 2009”, declaró la oficina humanitaria de la ONU en un comunicado difundido por la agencia de noticias EFE.
La nota agregó que la mayoría de las estructuras destrozadas o confiscadas no contaban con los permisos que exige Israel para las construcciones.
La cifra se conoce en medio de un escándalo diplomático desatado en los últimos días, luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución de condena de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados.
La aprobación fue posible gracias a la abstención de Estados Unidos, que en ocasiones anteriores había vetado resolución similares en apoyo a Israel.
Este jueves, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, terminó de desatar la ira israelí con su propuesta para alcanzar un acuerdo de paz definitivo que incluya “fronteras seguras e internacionalmente reconocidas entre Israel y Palestina, la retirada de Israel de los territorios ocupados y el reconocimiento del Estado de Israel”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a Kerry de tener un discurso “sesgado” y de olvidar que la oposición palestina se niega a reconocer un estado israelí “cualquiera sean sus fronteras”. Además, calificó el discurso de Kerry como “un ataque contra Israel”.
Tomado: Telam/ LibreRed.net

jueves, 29 de diciembre de 2016

Las izquierdas en la crisis del imperio

Una nota reciente de Santiago Alba Rico examina lo que, a su juicio, constituye un grosero error de interpretación de “conocidos militantes anti-imperialistas latinoamericanos” que, como el que suscribe esta nota, piensan que el asesinato del embajador de Rusia en Ankara es, en términos objetivos, una “respuesta” al creciente protagonismo de ese país en el sistema internacional. [1] En su escrito Alba Rico incurre en una serie de equivocaciones que no pueden ser pasadas por alto y que es preciso señalar y corregir. Dado que para ilustrar ese diagnóstico equivocado, según nuestro autor, se toman textualmente algunos pasajes o expresiones de un artículo de mi autoría publicado poco antes en este mismo medio siento, a los efectos de evitar confusiones entre los lectores, la necesidad de formular algunas precisiones. [2] Seré breve, pese a la amplitud de la temática, para poner en cuestión algunas líneas esenciales de la argumentación de nuestro autor.
1. Jamás he dicho, ni conozco alguien que lo hubiera hecho, que la sola puesta en aprietos a la dominación norteamericana en el tablero de la geopolítica mundial se corresponda automáticamente con un ataque al capitalismo y el avance de la revolución, la democracia y los derechos humanos en todo el mundo. No hay automatismos ni determinismos en la dialéctica de la historia, de modo que aquella ecuación debe ser descartada de antemano.
Pero, por otro lado, no se puede ignorar el papel crucial, indispensable, insustituible, de Estados Unidos en la reproducción y mantenimiento global del capitalismo. Derrotas o retrocesos de Washington en el tablero de la política internacional no necesariamente abren las puertas a la democracia y los derechos humanos, pero cuando el sostén fundamental –o el “sheriff solitario”, para usar la expresión de Samuel P. Huntington- del capitalismo mundial y de los despotismos que asolaron al mundo desde finales de la Segunda Guerra Mundial experimenta un traspié eso, en principio, es una buena noticia porque se abre una pequeña fisura en un muro herméticamente sellado. ¿O acaso la derrota de EEUU en Vietnam no significó un avance democrático y en materia de derechos humanos en ese país devastado por once años de bombardeos norteamericanos? Y el reflujo de la influencia norteamericana experimentado por Washington en América Latina desde la elección de Hugo Chávez Frías a la presidencia de Venezuela, en Diciembre de 1998, ¿no inauguró acaso un ciclo que, con todos sus defectos e insuficiencias, podríamos caracterizar como virtuoso y positivo para nuestros pueblos? Y las revoluciones en el mundo árabe, que derrocaron a las tiranías de Ben Ali y Hosni Mubarak en Túnez y Egipto, fieles sirvientes de la hegemonía norteamericana en la región, ¿no nutrieron la esperanza –lamentablemente frustrada después- de un nuevo comienzo?
2. En su nota nuestro autor incurre en un grave error desgraciadamente muy extendido en el campo de las izquierdas: habla de “los imperialismos”, así, en plural. Pero el imperialismo es uno sólo; no hay dos o tres o cuatro. Es un sistema mundial que, desafortunadamente, cubre todo el planeta. Y ese sistema tiene un centro, una potencia integradora única e irreemplazable: Estados Unidos. Tiene el mayor arsenal de armas de destrucción masiva; controla desde Wall Street la hipertrofiada circulación financiera internacional; decreta la extraterritorialidad de las leyes que sanciona su Congreso e impone sanciones a terceros países que incumplen las leyes estadounidenses; controla a su antojo los flujos de comunicaciones que se procesan a través de la Internet y la telefonía a escala mundial; dispone de un fenomenal aparato de propaganda –sin rivales en el mundo- con epicentro en Hollywood; casi la mitad del presupuesto militar mundial y según sus propios expertos, cuenta con algo más de un millar de bases militares instaladas en los cinco continentes. ¿Cuáles son los “otros imperialismos” que compiten con este? Como latinoamericano preguntaría a los cultores de la teoría de la “pluralidad de imperialismos” que por favor me digan cuantas bases militares tienen rusos y chinos en América Latina y el Caribe. La respuesta es cero, contra ochenta de Estados Unidos y sus compinches de la OTAN.
Que me digan cuántos golpes de estado o procesos de desestabilización pusieron en marcha Moscú y Beijing en esta parte del mundo, contra los más de cien que tuvieron su origen en Washington. O que me digan quién arrebató la mitad de su territorio a México: ¿habrán sido los rusos, los chinos, Irán quizás? ¿Cuántos presidentes o prominentes líderes políticos y sociales de la izquierda fueron asesinados por órdenes de Rusia y China? Respuesta: ninguno. ¿Y Estados Unidos? La lista sería interminable. Mencionemos apenas algunos de los más conocidos: Augusto Cesar Sandino, Farabundo Martí, los jesuitas en El Salvador y también en ese país Monseñor Oscar Arnulfo Romero, Salvador Allende, Orlando Letelier, los generales constitucionalistas chilenos René Schneider y Carlos Prats González, el ex presidente boliviano Juan José Torres, Omar Torrijos, Jaime Roldós y los miles detenidos, desaparecidos y asesinados en el marco de la “Operación Cóndor.” Confieso que a medida que escribo y rememoro estos datos siento una creciente indignación ante los crímenes del imperialismo y, también, ante la incomprensión de algunos camaradas de la izquierda de las elocuentes lecciones de nuestra historia que los deberían inducir a ser mucho más rigurosos a la hora de hablar sobre el imperialismo. Con estos antecedentes a la mano la sola idea de una pluralidad de imperialismos no es otra cosa que un disparate, una frase hueca, un auténtico nonsense que ofusca la visión de lo que ocurre en el mundo real.
3. No entiendo la extraordinaria centralidad que Alba Rico le atribuye a Siria en los asuntos mundiales. Menos todavía que este sufrido país sea “la vía muerta de la revolución democrática que comenzó en 2011”, o que haya sido Damasco quien le devolvió “protagonismo a las dictaduras”, o la “fuente contaminante” de la desdemocratización. Francamente, no lo comprendo. Menos aún que se diga que Rusia e Irán, al igual que hiciera EEUU en América Latina o Vietnam, utilizaron “todos los medios a su alcance para sostener hasta el límite a un tirano asesino” como Bashar –al Assad. Rusia, y en mucho menor medida Irán, intervienen cuando la destrucción del país parecía inexorable ocasionada, precisamente, por Washington y sus aliados. Lo hacen cuando la tragedia humanitaria desencadenada por …. ¿la pasión norteamericana por la democracia y los derechos humanos o por sus imperativos geopolíticos? se ensañó contra ese pueblo para inventar una “guerra civil”, como hicieron en Libia, derrocar a Assad, aislar a Irán privándolo de su único aliado significativo y facilitar el asalto final contra la República Islámica. Para ello la Casa Blanca reclutó –con la inestimable ayuda del Reino Unido, Arabia Saudita e Israel- un ejército de mercenarios a los cuales la prensa occidental, alentada desde Washington por la por entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton, exaltó hasta convertirlos (como antes a la siniestra “contra” nicaragüense y después a los bandidos apostados en Bengasi, que culminarían su cruzada democratizadora linchando a Gadaffi y desmembrando a ese desdichado país) en virtuosos “combatientes por la libertad”.
Fue la propia Clinton quien luego reconoció que “nos equivocamos al elegir a nuestros amigos”. ¿Cuándo lo dijo? Cuando Estados Unidos ya no pudo proseguir –por completamente infundada- con su campaña de acusaciones sobre el programa nuclear iraní y la Casa Blanca tuvo que cambiar de táctica. Ellos sabían, como todo el mundo, que el único país que tiene armas nucleares en Oriente Medio es Israel, pero eso no es problema para Washington y sus peones europeos. Al cambiar de táctica, al caerse aquel pretexto para la ofensiva norteamericana, los delincuentes plantados en territorio sirio se autonomizaron de sus antiguos jefes y protectores y una parte de ellos dio nacimiento al Califato y a diversas variantes del yihadismo, se dedicaron a degollar y decapitar infieles, robar petróleo y, con el beneplácito de Washington, comenzar a venderlos a treinta dólares el barril, para debilitar -¡de pura casualidad nomás, no hay que ser mal pensados!- a tres enemigos de Washington: Rusia, Irán y Venezuela, grandes exportadores de ese precioso recurso. El más elemental análisis de la situación no puede sino concluir que Siria, por lo tanto, no es -¡jamás podría haber sido!- la causante de la “desdemocratización” del planeta sino un despedazado país destruido casi por completo por el imperialismo, y que gracias a la intervención de Rusia se puso temporario fin a una masacre promovida y consentida por la metrópolis imperialista y sus secuaces. Que la injerencia de Rusia haya estado motivada por intereses geopolíticos propios porque en Tartus, Siria, se encuentra la única base militar rusa existente fuera de su propio territorio, no quita que con su intervención militar se han salvado miles de vida mientras que las potencias occidentales –y los intelectuales sometidos a su hegemonía- se prodigaban en ejercicios meramente retóricos o en huecos discursos lamentando la tragedia pero sin ofrecer la más mínima alternativa. Una testigo presencial de esta tragedia en Alepo, la monja Guadalupe Rodrigo, lo manifestó con una rotundidad y sensatez que me encantaría hallar en los escritos de tantos analistas cuando dijo que “lo que está sucediendo en Siria está muy lejos de ser una guerra civil. Si hubiera que ponerle una etiqueta sería más bien una invasión.” [3]
4. Lo anterior no significa que Assad represente ni de lejos un ideal político para la izquierda. La insinuación de que quienes se oponen a la sangrienta política norteamericana en Siria son admiradores de un personaje como Assad o de un modelo político como el imperante en Siria es un insulto que carece por completo de fundamento. La afirmación de que “la democracia ha muerto. Los DDHH –apenas una buena idea– pertenecen al pasado. Assad, gran triunfador, es el modelo; y a la izquierda impotente y vencida le gusta ese modelo porque incluso en EEUU se ha impuesto, como ellos querían, un protodictador” es asombrosa, por lo injusta e injuriosa.
Lo menos que debería hacer Alba Rico al lanzar una acusación tan tremenda es tratar de fundamentarla, diciendo cuál teórico de la izquierda, o cuáles fuerzas de esa orientación han manifestado su “gusto” por el modelo sirio o su alborozo por la elección de Donald Trump. La izquierda, en sus distintas variantes, ha sido siempre la enemiga jurada del fascismo y el baluarte de los procesos de democratización en todo el mundo. ¿O cree nuestro autor que los capitalismos democráticos lo son porque la burguesía y la derecha se propusieron alguna vez en algún país construir un orden democrático? ¿Quién si no la izquierda fue la protagonista de las grandes luchas democráticas en todo el mundo? Por eso cuando le adjudica la “responsabilidad en este proceso de desdemocratización”, cosa que le parece innegable y reprobable, incurre en un gravísimo yerro y, además, lanza una ofensa gratuita a millones de gentes que en los cinco continentes y desde la izquierda se juegan la vida para construir un mundo mejor, un orden democrático donde imperen la libertad, la justicia y los derechos humanos. Agravio que, por otra parte, se construye a partir de un rotundo error de interpretación histórica, a saber: afirmar que “el fascismo clásico fue el resultado de y acompañó a un proceso de desdemocratización radical, exactamente igual que ahora.” La relación causal fue exactamente la inversa: el fascismo fue, según Clara Zetkin, un castigo porque el proletariado fracasó en su intento de realizar la revolución y, añadimos nosotros, una represalia por los desafíos planteados por la radicalización del impulso democrático en los años de la primera posguerra y, después, en el marco de la Gran Depresión. Su respuesta fue desdemocratizar al orden político instaurando la dictadura desembozada de la burguesía. Esta tesis fue defendida desde un principio por la Tercera Internacional y reafirmada en los escritos de -aparte de la ya mencionada Zetkin- León Trotsky, Karl Radek, Ignazio Silone, Antonio Gramsci y Palmiro Togliatti, entre otros.
5. Recapitulando: el imperialismo es un sistema que lo podemos representar con tres círculos concéntricos. En su núcleo fundamental hay un país, Estados Unidos, que es quien ejerce la función dirigente y dominante. Luego hay un segundo anillo formado por los estados vasallos del capitalismo desarrollado, con quienes Washington mantiene relaciones que en algunos temas puntuales pueden dar origen a tensiones y contradicciones pero que, ante una amenaza sistémica se agrupan rápidamente en torno a los dictados de la Casa Blanca y se convierten en dóciles peones de las más siniestras decisiones que pudieran emanar de Washington. Por ejemplo, después del 11-S, países europeos cuyos dirigentes están siempre prestos a pontificar sobre la importancia de los derechos humanos colaboraron en viabilizar los “vuelos secretos” de la CIA transportando presuntos terroristas hacia “lugares seguros” en donde torturarlos y desaparecerlos, fuera del alcance de la legislación estadounidense. [4] Para Zbigniew Brzezinski evitar “la confabulación de los vasallos”, es decir, de este segundo círculo, “y mantener su dependencia en cuestiones de seguridad” es uno de los tres principales objetivos del imperio. La OTAN es la expresión más nítida de la aplicación de este principio. El tercer círculo del sistema imperial está constituido por las naciones de la periferia o semi-periferia capitalista, es decir, ese vasto y tumultuoso “tercer mundo” formado por las naciones de Asia, África y América Latina y el Caribe, que es preciso, siempre según Brzezinski, mantener bajo control. [5]
Por consiguiente, cualquier proceso de debilitamiento del núcleo duro del imperialismo, Estados Unidos, o de su segundo círculo, los vasallos, es en principio auspicioso que tendrá, como contrapartida, la violenta reacción de Washington. Que ello finalmente madure en una dirección correcta y en algunos países dé nacimiento a un proceso democrático y emancipador ya es otra cuestión y dependerá, como todo, de la inteligencia y voluntad con que las fuerzas sociales y políticas del campo popular encaren la lucha de clases y se aprovechen de los cambiantes equilibrios geopolíticos internacionales. La emergencia de actores cada vez más poderosos en la estructura internacional -la irrupción de China, el retorno de Rusia, el lento pero irreversible ingreso de la India, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y los BRICS, para señalar apenas los más importantes- está dando lugar a un naciente multipolarismo que si bien no puede ser caracterizado como intrínsecamente anti-imperialista modifican, a favor de los pueblos, las condiciones objetivas bajo las cuales se libran las luchas por la democracia, la justicia y los derechos humanos en la periferia con independencia de los rasgos definitorios de los regímenes políticos imperantes en China, Rusia, la India o cualquier otro actor involucrado. Esa es la clave para entender la violenta reacción norteamericana ante ese nuevo orden emergente, que erige barreras intolerables a su pretensión de supremacía incontestada. La historia latinoamericana y caribeña de los últimos años no habría sido posible de haber persistido el unipolarismo que siguió a la implosión de la Unión Soviética. Puede no ser de agrado para nuestro autor, pero sí lo ha sido para todos los líderes y movimientos populares de América Latina y el Caribe, desde Fidel y Chávez hasta Lula y Kirchner que ha visto ampliar sus márgenes de maniobra en la complejidad de la nueva realidad internacional. No es lo ideal, como hubiera sido un insólito florecimiento del socialismo, la democracia, la justicia y los derechos humanos en el capitalismo desarrollado. Pero lo que hemos visto ha sido exactamente lo contrario. Y en el mundo que realmente existe será preciso que avancemos en nuestras luchas sin esperar el advenimiento de aquellos cambios en el primer mundo.
6. Nuestro autor pone término a su nota extremando el pesimismo que impregna toda su argumentación. Declara, resignadamente, que “ya no hay alternativa sistémica, ni siquiera imaginaria.” No creo que en una amable conversación personal (como la que sostuve con él más de una vez en el pasado) pudiera decir algo semejante. Creo que tal vez la sorpresa al comprobar como muchos de sus amigos latinoamericanos interpretaban lo ocurrido en Ankara y la premura de la crítica lo llevó a escribir algo que podría ser visto como una reformulación, en términos filosóficamente aún más radicales, de la absurda tesis de Francis Fukuyama sobre el fin de la historia. Estoy seguro que Alba Rico no adhiere a esa tesis. Sin embargo es indudable que las dificultades con que tropieza la creación de una alternativa sistémica al capitalismo global son inmensas. Estados Unidos construyó el imperio más poderoso que jamás haya existido en la historia de la humanidad. Sus dispositivos de hegemonía y dominación son formidables; su capacidad de control y sometimiento también. Pero el inicio de su decadencia ya es inocultable. Lo reconocen los propios mandarines del imperio así como los estrategas del Pentágono y la CIA. Y, también es cierto, que hoy no se avizoran las formas concretas que podría asumir una alternativa sistémica. Pero sí sabemos, a ciencia cierta, que el capitalismo está llegando a su límite porque tal como lo asegurara el Comandante Fidel Castro Ruz en la Cumbre de la Tierra en Río, en 1992, su reproducción está destruyendo las condiciones medioambientales que hicieron posible la aparición de la vida humana en el planeta Tierra. El ecosocialismo ha aportado agudas reflexiones y muchos datos concretos sobre esta insoluble contradicción entre capitalismo y naturaleza. Y los pueblos están a la búsqueda de alternativas, tanto reales como imaginarias, sin esperar a que los intelectuales las inventemos. Las aportaciones de las etnias originarias de América Latina y el Caribe sobre el “buen vivir” son una prueba de ello. La idea de que “otro mundo es posible” ha ganado millones de adeptos en todo el mundo. La gravedad de la irresuelta crisis general del capitalismo, estallada hace ya más de ocho años, hizo posible que en Estados Unidos, en Europa, en el Sudeste asiático y en Canadá grandes manifestaciones populares adopten como consigna unificadora la crítica al capitalismo, algo inimaginable hasta hace unos pocos años cuando al capitalismo ni siquiera se lo nombraba. Bertolt Brecht dijo una vez que el capitalismo era un caballero que no deseaba ser llamado por su nombre. Su anonimato lo invisibilizaba y de ese modo ocultaba su carácter de régimen social de explotación. Ahora se lo nombra y se lo escribe y, en un desarrollo tan inesperado como promisorio, se lo leía en las pancartas de los jóvenes norteamericanos del Occupy Wall Street, y en las de los españoles del 15-M que no sólo denunciaban al capitalismo sino que hacían lo propio con la farsa democrática que éste había montado y que había perdido toda legitimidad.
En un mundo en el que, según las conocidas cifras divulgadas por Oxfam, el 1 por ciento más rico del planeta posee más riquezas que el 99 por ciento restante es inviable, no ya en el largo sino en el mediano plazo. La apelación que la derecha mundial hace al neofascismo global es un síntoma de su impotencia y demuestra la gravedad de la amenaza difusa, por ahora inorgánica, que plantea la protesta de los oprimidos y, por ende, de la izquierda. Es cierto que lo que se vislumbra no es lo que quisiéramos. En mi caso, me gustaría una reedición de la triunfal entrada del Movimiento 26 de Julio a La Habana en cada rincón del planeta. Eso no está en el horizonte, pero el lento pero progresivo desmoronamiento del orden imperial ofrece la oportunidad de intentar construir ese mundo mejor que todos anhelamos. Los formatos clásicos de la revolución son productos históricos. Esperar ahora el cañonazo del Aurora para dar la señal para el comienzo de la revolución bolchevique es un anacronismo, un canto a la melancolía. Pero aunque no se lo vea el viejo topo de la revolución sigue trabajando, con ahínco paralelo al desenvolvimiento de las insolubles contradicciones del sistema capitalista. Y la morfología de esa futura revolución es impredecible. Como lo fue la Comuna para Marx y Engels en 1871; como lo fueron los Soviets en 1917; como lo fue la guerrilla en Cuba en la segunda mitad de los cincuentas; o el vietcong en Vietnam en los años sesentas y setentas. Las revoluciones nunca copian, son siempre creaturas originales. El hecho de no poder divisar los perfiles precisos de la rebelión en ciernes no significa que esta no exista. Parafraseando a Gramsci concluimos diciendo que en coyunturas como las actuales el pesimismo de la inteligencia no debería ser el recurso que sofoque el optimismo de la voluntad sino un estímulo para perfeccionar nuestros métodos de análisis social, de tal suerte que nos permitan vislumbrar en los entresijos del viejo orden en crisis los actores emergentes y las semillas de la nueva sociedad.
Notas:
[1] “ Alepo, Ankara, Berlín: geopolítica del desastre”, en Rebelión, 22 Diciembre 2016. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=220751
[2] “De Sarajevo a Ankara”, en Rebelión, 20 Diciembre 2016. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=220659
[3] “Una guerra planeada en un escritorio”, en http://www.mdzol.com/nota/710319-monja-argentina-en-alepo-siria-una-guerra-planeada-en-un-escritorio/
[4] Hemos examinado ese tema en Atilio A. Boron y Andrea Vlahusic, El lado oscuro del imperio. La violación de los derechos humanos por Estados Unidos (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2009), pp. 57-61.
[5] Cf. su El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos (Buenos Aires: Paidós, 1998).
Atilio A.Borón
Tomado: LibreRed.net

La Administración Obama batió récord de deportaciones de inmigrantes

Unos 2.7 millones de deportados es la cantidad registrada por las autoridades de ese país durante la administración de Obama.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se convirtió en el mandatario de ese país con la mayor cifra de extranjeros deportados durante los primeros años de su gestión, según cifras oficiales publicadas recientemente.
Unos 2.7 millones de deportados es la cantidad registrada, lo que representa el mayor número en más de un siglo.
Las cifras del Anuario de Estadísticas de Inmigración del 2015, publicado a mediados de diciembre de este año, muestran que desde que Obama tomó posesión de su cargo como presidente de EEUU el 20 de enero de 2009 hasta el 30 de septiembre de 2015, un total de 2 millones 749 mil 854 inmigrantes indocumentados fueron deportados de ese país norteamericano.
De acuerdo con los datos suministrados, ningún presidente de EEUU ha tenido un número tan alto de expulsiones de extranjeros.
En el segundo lugar se encuentra el expresidente George W. Bush, bajo cuyo mandato un total de 2 millones 539 mil extranjeros fueron expulsados. Mientras que durante la presidencia de Bill Clinton, el total de deportados fue de 869 mil 646, según muestran las cifras del Anuario.
Estados Unidos tiene leyes de inmigración desde 1798, pero las cifras de deportación solo se han recabado en el Anuario de Estadísticas de Inmigración desde 1892.
Tomado: Telesur/ LibreRed.net

martes, 27 de diciembre de 2016

Palestina denunciará los asentamientos israelíes como crímenes de guerra

Luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara el pasado viernes una condena a las colonias israelíes, el secretario general de la OLP, Saeb Erekat, advirtió que los palestinos acudirán a la Corte Penal Internacional (CPI) para que “investigue todos los crímenes de guerra israelíes, sobre todo los asentamientos”.
El dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) calificó como “arrogante” el comportamiento de Israel, que “incluye la construcción de más colonias, muertes, detenciones y asedio”.
Erekat adelantó también que la OLP solicitará al Consejo de Derechos Humanos de la ONU “que haga lo que sea necesario contra las obvias violaciones de Israel como potencia ocupante en los territorios palestinos”. Asimismo, anticipó que aprovecharán la asunción de Antonio Guterres como nuevo secretario general de la ONU, el próximo 1 de enero, para pedir que Palestina sea miembro de pleno derecho en el Consejo de Seguridad y pueda monitorear la aplicación de la Resolución 2334, del pasado viernes.
La OLP, además, pedirá a Suiza, como país anfitrión de la Convención de Ginebra, que los Estados firmantes definan mecanismos para “detener los crímenes de Israel en los territorio ocupados, particularmente en Jerusalén Este”.
Tomado: Página12

El peligro de la OTAN en América Latina

El acuerdo de cooperación entre Colombia y la OTAN puede amenazar la estabilidad y soberanía de las naciones de América Latina.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es conocida como una alianza militar entre Estados Unidos y Europa para coordinar acciones ante situaciones que pongan en peligro la seguridad y estabilidad regional europea.
Sin embargo, la OTAN ha sido el brazo militar de Estados Unidos en sus intervenciones militares en África (Libia 2011), Oriente Medio (Siria, Iraq) y en Europa misma, como en la Guerra de las Balcanes (1999).
De acuerdo al periodista y analista colombiano, Jon Restpo, la presencia de bases de la OTAN en el mundo parten en teoría de los acuerdos existentes entre la alianza militar y las naciones, sin embargo, en la práctica resulta que el organismo hace uso de las bases de los países miembros instaladas alrededor del mundo.
OTAN en América Latina
La OTAN creó un cerco militar al bloque de países socialistas, garantizado con bases militares norteamericanas en Europa. En América ocurrió algo parecido y, sobre todo, las fuerzas armadas latinoamericanas, penetradas por la ideología anticomunista, pasaron a ser actores decisivos en la vigilancia y hasta derrocamiento de gobiernos progresistas y demócratas, e incluso, en dictadores que dirigieron políticas terroristas destinadas al exterminio de cualquier germen izquierdista, como ocurrió en el Cono Sur, a partir del régimen de Pinochet (1973-1990).
A mediados del 2015, los gobiernos estadounidenses y la OTAN tenían unas 800 bases militares montadas en los cinco continentes. El politólogo argentino Atilio Borón desde la Reunión de Partidos Comunistas y Revolucionarios de América Latina y el Caribe aseguró que “Estados Unidos tiene al menos 80 bases militares en países latinoamericanos” y apuntó que “Perú posee la mayor cantidad, por encima de naciones como Colombia, con siete, y Chile, que alberga una”.
El acuerdo de cooperación entre Colombia y La OTAN llevaría a la presencia de la alianza militar en suelo colombiano usando a algunas de las siete bases de Estados Unidos en el territorio de la nación suramericana, Jon Restpo recordó que el organismo ha sido el ejecutante de operaciones armadas alrededor del mundo orquestadas desde Washington.
El analista colombiano indicó que más allá de la presencia militar de la OTAN lo que está en medio es una muestra de fuerza. Restpo recordó que Rusia y China han incrementado sus relaciones bilaterales en América Latina; su participación en proyectos como el canal interoceánico de Nicaragua y la ampliación del Puerto de Mariel en Cuba ha preocupado a Estados Unidos.
La presencia de las instalaciones militares de EE.UU. en América del Sur (alrededor de 40) es una amenaza a la soberanía de las naciones de la región, y más en el futuro cuando desde Washington se ha impulsado una reedición del Plan Cóndor.
Tomado: Telesur | El Telégrafo

lunes, 26 de diciembre de 2016

Andre Vltchek: La prensa occidental ofrece una imagen distorsionada de Irán

El filósofo y periodista Andre Vltchek, quien visitó recientemente Irán, dijo durante una entrevista con la agencia de noticias FARS que la realidad del país persa es absolutamente diferente a la que muestran los grandes medios de comunicación occidentales.
Vltchek asegura que el Irán que se descubre cuando se visita nada tiene que ver con la imagen del Irán “terrible y cruel” que la prensa de Occidente ha creado.
Respecto al programa nuclear iraní y las sanciones, el periodista remarca que la mayoría de las naciones del Medio Oriente y la opinión pública en general no tienen ninguna objeción a que Irán desarrolle tecnología nuclear teniendo en cuenta su objetivo pacífico y la larga historia de no violencia del país.
“De hecho, estoy horrorizado de que ciertos países, potencias coloniales como Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, tengan su arsenal nuclear y que el mundo lo tolere. Estos países son responsables de la pérdida de cientos de millones de vidas humanas en todo el mundo. Sin embargo, ¡Irán! ¿Por qué alguien debe temer a Irán? Sí, Irán es transparente y responsable por su programa nuclear “, asevera.
Vltchek, que ha viajado a decenas de países de los cinco continentes, habla de su experiencia en Irán y señala que sin visitar la nación se hace difícil tener una opinión equilibrada y certera sobre el país.
Andre Vltchek es un filósofo, novelista, cineasta y periodista de investigación. Ha cubierto guerras y conflictos en decenas de países. Su largometraje documental “Ruanda Gambit” ha sido transmitido por Press TV y recibió elogios en todo el mundo. Sus últimos libros son “Exponiendo mentiras del imperio” y “Lucha contra el imperialismo occidental”. Ha recogido su discusión con Noam Chomsky en el libro “Sobre el terrorismo occidental.” Después de vivir durante muchos años en América Latina y Oceanía, Vltchek Actualmente reside y trabaja en el Este de Asia y el Oriente Medio.
Recientemente participó en el Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo en Irán, que conmemoraba a los ciudadanos y funcionarios asesinados por los grupos terroristas tras el triunfo de la revolución islámica en 1979. ¿No es irónico que mientras Irán ha sido víctima del terrorismo sea acusada por parte de algunas grandes potencias y sus aliados de patrocinarlo?
Sí, más que irónico es grotesco. Tenemos un grupo de varios países, principalmente occidentales, gobernando el mundo de manera brutal en todos los continentes, utilizando en todo el planeta métodos dictatoriales y a menudo criminales. Estos países acusan a los demás, sobre todo a sus víctimas, de ser antidemocráticos y de patrocinar el terrorismo.
Sus métodos de propaganda son extremadamente avanzados. Se han ido perfeccionando a lo largo de los siglos. Esto solo se puede contrarrestar diciendo la verdad y presentando datos objetivos. Pero los países como Irán no deberían enzarzarse en una discusión directa con Occidente por estos temas. Cada vez más, a Occidente y su propaganda le resulta más complicado manipular a la opinión pública a través de la distorsión de los hechos. Sus mentiras van saliendo a la luz.
Los funcionarios iraníes y los ciudadanos se han quejado en los últimos años que la comunidad internacional no ha adoptado una posición firme en protesta por el asesinato de científicos nucleares de la nación entre 2010 y 2012. En marzo de 2014, el corresponsal de CBS Dan Raviv sugirió que la agencia de inteligencia israelí Mossad estaba detrás del asesinato de cinco científicos iraníes, y que ante tales evidencias la administración Obama había pedido a Benjamin Netanyahu que detuviera la campaña de asesinatos. ¿Por qué no estaba allí, la condena pública oficial por parte de los líderes mundiales y organizaciones internacionales sobre esas muertes?
En primer lugar, porque en Occidente, la mayoría de la gente no tiene absolutamente ninguna idea de que los científicos nucleares iraníes fueron asesinados. Sólo un porcentaje muy pequeño de los ciudadanos de Europa y América del Norte están bien informados y por lo tanto son capaces de pensar de forma independiente. Calculo que entre el 1 y el 2 por ciento de su población tiene alguna idea acerca de estos hechos. Y estas personas no están en cargos de poder.
Como usted bien sabe, Irán ha sido acusado por Occidente de muchas cosas horribles. Estas acusaciones son estereotipadas. En realidad, cada país que no se arrodille frente a las ambiciones colonialistas de Occidente es acusado de estos mismos “crímenes”. De esta manera, se genera una matriz de opinión determinada entre la opinión pública europea y norteamericana. Una vez ganada la opinión pública, su población se muestra favorable y legitima un cambio de “régimen”. Esto se realiza a través de la violencia directa y el uso de embargos y sanciones.
La Organización Mujahedin-e-Khalq (MKO), es un grupo armado responsable de la muerte de miles de funcionarios del gobierno iraní y ciudadanos durante los años posteriores a la revolución de 1979. El grupo ha estado en la lista de organizaciones terroristas extranjeras del Departamento de Estado de Estados Unidos durante 15 años, y también ha sido considerado un grupo terrorista por parte del Consejo de la Unión Europea y el gobierno de Canadá. Sin embargo, en 2012 sorprendentemente este grupo fue sacado de la lista  y ahora se considera un partido de la oposición política. ¿Cuál es la razón principal detrás de la decisión de suprimir de la lista al MKO?
El objetivo real es utilizar el MKO como factor de desestabilización en contra de Irán, como se usa Daesh (Estado Islámico) para destruir Siria e Irak, o como se apoya a determinados grupos de la derecha para destruir las revoluciones en América Latina. Occidente está utilizando exactamente los mismos métodos contra China y Rusia y contra muchos otros países independientes respecto a los intereses geoestratégicos imperialistas.
Una de las cuestiones que ha planteado durante su apertura del Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo es por qué Irán es objetivo de los terroristas apoyados por Occidente.  ¿Cuál es la respuesta a su propia pregunta? Como usted ha mencionado, Irán ha sido un país inofensivo que nunca ha atacado a sus vecinos, ni tampoco ha derrocado gobiernos. Así que, ¿por qué es receptor de tantas agresiones?
Como ya mencioné durante mi discurso en Teherán, es debido a que Irán está haciendo muchas cosas bien. Se debe a que el gobierno de Irán quiere mejorar el nivel de vida de su gente, en lugar de alimentar a las empresas extranjeras, y en lugar de recibir órdenes de los regímenes extranjeros. Es a causa de la gran amistad que Irán tiene con otros países de mentalidad independiente y movimientos en América Latina, Oriente Medio, África, así como China y Rusia. Los presidentes Ahmadinejad y Chávez de Venezuela eran muy buenos amigos. Irán es visto con simpatía por decenas de millones de personas en esta región. Y como destaca el gran pensador norteamericano Noam Chomsky, la mayoría de los países de Oriente Medio ven como un peligro real a los EEUU e Israel, mientras que sólo una pequeña fracción ve a Irán como una amenaza. Todo lo que acabo de mencionar anteriormente hace que el imperialismo esté furioso.
La única manera de hacer una “paz” con Occidente sería arrodillarse y sacrificar al pueblo iraní subordinándolo a los intereses extranjeros. Y el gobierno de Irán nunca cometería tal traición.
En uno de tus reportajes sobre Irán, señalas que hay poderes que demandan continuamente transparencia a los iraníes, desafiándolos, intimidándolos y humillándolos de manera sistemática. Supongo que te refieres al programa nuclear de Irán, que se encuentra bajo presión durante más de una década. ¿Por qué crees que existen dichas presiones? Irán no ha sido adecuadamente transparente y responsable con su programa nuclear?
Sí lo ha sido. Pero, de nuevo, como comentaba anteriormente, no se trata de lo que realmente haga Irán si no de como la propaganda occidental lo muestra de cara al exterior, de como lo percibe la opinión pública del resto de países.
Una mayoría de la población en el Oriente Medio aprueba el desarrollo de un programa nuclear en Irán.  Todo esto tiene que ver con las mentiras del imperialismo, que se dedica a demonizar y a destruir a sus “enemigos”.
En los reportajes que publica sobre Irán, describe un país apacible, tranquilo y de gente cordial y hospitalaria. Mientras, muchos ciudadanos estadounidenses y europeos tienen miedo de viajar a Irán como turistas ya que dicen que es un lugar inseguro y peligroso, ¿qué les diría sobre su experiencia? ¿Por qué hay tanta idea errónea acerca de Irán y su gente en las mentes occidentales? 
Estamos hablando de una de las culturas más antiguas y profundas en la tierra. Sin visitar Irán, el conocimiento del mundo nunca puede ser completo. Es tierra de ciencia, arquitectura y poesía, así como cine moderno, una sociedad que ha logrado influir en el mundo haciendo aportaciones muy positivas.
¿Por qué hay tanto miedo? Es una pregunta muy fácil de responder: la propaganda occidental sabe que la manera más fácil de obtener apoyo de su propia población para intervenir en países independientes que se oponen al imperialismo es demonizándolos. Hollywood y los principales medios de comunicación juegan un papel servil y difunden información falsa. Son parte de ese gran aparato de desinformación y de lavado de cerebros. Una vez que el país es difamado, es mucho más simple justificar sanciones, incluso la invasión directa o indirecta.
Por lo tanto, animo a la gente de todos los rincones del mundo a visitar Irán y ver la realidad con sus propios ojos. Yo les digo: dejen de confiar en la propaganda occidental, y dejen de actuar como ovejas. Vayan a ver y juzguen por si mismos.
Tomado: LibreRed | FNA

¿Es Colombia un ‘caballo de troya’ de la OTAN en América Latina?

Cuando Colombia firmó el acuerdo con la OTAN el 25 de julio de 2013, todos los expertos se preguntaban: ¿cuáles son los verdaderos objetivos de este convenio? El entonces ministro de Defensa Nacional, Juan Carlos Pinzón dijo que el tratado fue suscrito para “la prevención, cooperación, modernización, así como para el fortalecimiento de la seguridad y la defensa nacional”. El acuerdo pretendía, entre otras cosas, “la construcción de integridad y transparencia en temas de seguridad, así como la cooperación de las Fuerzas Armadas de Colombia y el Organismo Multinacional en temas de lucha contra el narcotráfico”.
Recientemente los colombianos recibimos una clara respuesta a esta pregunta. El general Adrián Bradshaw, Segundo Comandante de la OTAN, durante su visita Bogotá, iniciando el mes de febrero de 2016, con toda claridad dijo: “esperamos que Colombia sea socio de la OTAN” y más adelante reiteró: “considero que las Fuerzas Armadas de Colombia se conviertan en un aliado internacional de la OTAN” [1].
En concordancia con el militar de la OTAN, en otoño de 2015, el Buque ARC “7 de Agosto” participó en las operaciones “Atlanta” y “Ocean Shield” de las fuerzas de tarea internacionales 465 y 508. Durante dichas operaciones realizó ejercicios navales con las fragatas de la OTAN HDMS “Absalón” de la Marina de Dinamarca y “Victoria” de la Armada Española [2].
La participación de Colombia en estos escenarios ha recibido, desde luego, fuertes críticas de parte de varios gobiernos del continente y organismos regionales tales como UNASUR, CELAC, ALBA, entre otros. Por su parte, la Corte Constitucional, declaró inexequible el tratado Colombia-OTAN.
Con toda esta experiencia acumulada, la OTAN decide ahora ampliar su área de influencia y tratar de ingresar a América Latina. Con el apoyo de la Casa Blanca se vienen efectuando grandes esfuerzos para convencer a los países de la región a matricularse como aliados “extra OTAN” y/o “socios especiales”. Los nuevos retos, tales como terrorismo internacional y narcotráfico están dando nuevas posibilidades para ellos.
La situación se torna aún más delicada si tenemos en cuenta que se encuentra vigente un concepto estratégico de la OTAN desde noviembre de 2010, aprobado en la Cumbre de Lisboa, donde en una clara señal de su ingreso al cuarto desplazamiento de su historia desde que fuera creada en 1948, esa fuerza militar multinacional se atribuye al derecho de intervenir en cualquier parte del mundo y por el motivo que sea.
De todas las amenazas que la Alianza Atlántica identificó en Lisboa para la “civilización occidental” y que justificaría su intervención: proliferación de misiles balísticos y armas nucleares y de destrucción masiva, el terrorismo, los ataques a las vías de comunicación, los ataques cibernéticos, la inestabilidad o los conflictos más allá de las fronteras de la OTAN y los problemas derivados del cambio climático y de la escasez de los recursos naturales, los dos últimos son los que podrían invocarse para intervenir en América Latina, pues es allí donde se ha puesto en cuestión la hegemonía estadounidense y es un territorio muy rico en agua dulce, petróleo, gas, biodiversidad, plantas medicinales y otros recursos importantes [3].
Aunque en la Cumbre de 2010 de Lisboa la OTAN definió claramente su nueva estrategia: “desplegar fuerzas militares robustas donde y cuando sea requerido por nuestra seguridad, y ayudar a promover seguridad común con nuestros socios alrededor del globo”, mucha gente piensa que esto solo quedó en intenciones, pero la realidad muestra que han seguido dando pasos firmes en este sentido: el año anterior fue promovido en Madrid un Seminario denominado: La OTAN e Iberoamérica: “Has NATO ignored Iberoamérica” [4], con conferencias tales como: “¿Qué puede aportar la OTAN a los países Iberoamericanos?” dictada por el director del Centro Nacional de Inteligencia de España (CNI) Félix Sanz Roldán, con un mensaje fundamental: “Animar a Iberoamérica a aproximarse a la OTAN” [5] y “Condicionantes en las relaciones de OTAN con Iberoamérica” presentada por el Consejero de Defensa en la Misión Española ante la OEA, teniente general Juan Carlos Villamía Ugarte, quien planteó sus inquietudes sobre “el lento proceso de acercamiento entre la OTAN y los países Iberoamericanos”.
Entonces, ¿Qué intereses comunes puede haber entre Colombia y la OTAN? Dice el gobierno colombiano que podría “aprender los altos estándares de la OTAN en materias como emergencias civiles y operaciones humanitarias y de paz”, también “asuntos asociados a la integridad, la transparencia, así como mecanismos anticorrupción”. No obstante, ¿Las agresiones de la OTAN que destruyeron a Yugoslavia, a Libia, Afganistán, Irak pueden ser consideradas operaciones humanitarias y de paz? ¿Fueron realizados con integridad y transparencia? La realidad es que Colombia podría convertirse en la piedra de tropiezo para toda América Latina si empieza a colaborar con la OTAN, pues podría desequilibrar la seguridad en la región y convertirse en un elemento que tensa las relaciones de este país sudamericano con sus vecinos y amenace con alterar los equilibrios geopolíticos de América Latina.
Aunque falta mucha investigación, con estos datos queda claro que debemos inquietarnos y actuar contra esta forma de guerra preventiva que es un grave peligro para nuestro continente, pues es evidente que el gran esfuerzo que está haciendo la OTAN para aumentar su influencia en América Latina, lo justifica diciendo que es para ayudarnos a enfrentar problemas de seguridad, pero en realidad lo que busca es bloquear la cooperación regional.
El concepto de seguridad se ha interpretado de forma estrecha durante demasiado tiempo: se vincula a seguridad del territorio contra la agresión externa o como protección de los intereses nacionales en política exterior o como seguridad mundial frente a la amenaza del holocausto nuclear. La seguridad se ha relacionado más con el Estado-Nación que con la gente. Se dejaban de lado las preocupaciones legítimas de la gente común que procuraba tener seguridad en la vida cotidiana. Para muchos, la seguridad simboliza la protección contra la amenaza de la enfermedad, el hambre, el desempleo, el delito, la represión política y los riesgos del medio ambiente. En definitiva, la seguridad se expresa en un niño que no muere, en una enfermedad que no se difunde, en un empleo que no se elimina, en una tensión étnica que no explota en violencia,.. La seguridad humana no es la preocupación por las armas. Es una preocupación por la vida y por la dignidad humana…”
Es relevante recordar las palabras de Simón Bolívar en la Carta de Jamaica (1.815) con las cuales nos invocó a buscar una alianza de los países latinoamericanos y caribeños para contrarrestar una nueva influencia por parte de potencias emergentes. El Libertador lo dijo categóricamente cuando aseguró que: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar a la América de miserias a nombre de la libertad” [6].
En conclusión, la anterior exposición permite observar claramente la verdadera política de la OTAN: no es la defensa de los derechos humanos sino resolver su propio derecho a efectuar injerencia en los conflictos, inclusive internos de los países, en los cuales tenga algún interés geoestratégico para mantener y en lo posible ampliar su zona de influencia.
Rodrigo Bernardo Ortega
[1] http://hsbnoticias.com/noticias/nacional/esperamos-que-colombia-sea-socio-de-la-otan-general-sir-adri-183380
[2] http://www.defensa.com/frontend/defensa/patrullero-arc-7-agosto-armada-nacional-colombia-finaliza-vn16835-vst334
[3] http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article58647 También: http://municipalidadesperuanas.com/bpp/la-otan-quiere-meter-sus-narices-en-america-latina-gracias-a-santos/
[4] http://www.ieee.es/Galerias/fichero/OtrasActividades/2015/AsociacionAtlanticaEspanola_Seminario_OTAN_19-20may2015.pdf
[5] http://noticias.terra.com.co/mundo/europa/animan-a-iberoamerica-a-aproximarse-a-la-otan,5fc2c9b7878b859ec9b4c47854990529u2mtRCRD.html
[6] http://www.argenpress.info/2013/10/acuerdo-de-cooperacion-colombia-otan-es.html
Tomado: LibreRed.net

Régimen israelí hace oídos sordos y continuará con construcción de colonias en Palestina

Israel construirá 5.600 casas en territorio ocupado palestino pese a la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que exige el cese de los asentamientos ilegales israelíes.
El denominado comité local de planificación y construcción de Jerusalén (Al-Quds) aprobará la construcción de las casas, informó el diario Israel Hayom.
El medio israelí indica que se construirán unas 2.600 viviendas en el asentamiento ilegal de Gilo en el suroeste de Al-Quds (este de Jerusalén), otras 2.600 en la colonia Givat HaMatos y 400 en Ramat Shlomo.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó el 23 de diciembre la resolución número 2334 contra los asentamientos de Israel en Palestina. Fue aprobada con 14 votos a favor de los 15 países que conforman el Consejo de Seguridad. Estados Unidos se abstuvo de votar y no ejerció su derecho al veto.
La resolución exige que Israel cese “de forma inmediata y completa” las actividades relacionadas con los asentamientos ilegales. También instó a las dos partes en conflicto a luchar contra el terrorismo y la incitación a la violencia.
Sin embargo, Israel rechazó la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad dijo que no la acatará por considerarla anti-israelí.
Benjamín Netanyahu ordenó un estudio de las relaciones de Israel con el organismo internacional, “tanto lo que tiene que ver con el financiamiento de sus organismos como la presencia de representantes en Israel”.
Tomado: YVKE Mundial/ LibreRed.net

sábado, 24 de diciembre de 2016

Sindicato más grande de Brasil inicia huelga general

La Federación Única de Petroleros (FUP) de Brasil, mayor sindicato del país, comenzó el viernes una huelga general contra el ajuste en el salario de los trabajadores.
La huelga es una reacción ante el proyecto de ajuste salarial presentado por la estatal brasileña Petrobras, empresa que justifica el recorte por considerarlo “justo en vista de la situación financiera de la empresa”.
Sin embargo, los trabajadores de la estatal petrolera consideran injusto e insuficiente el recorte salarial.
El sindicato indicó en un comunicado que los trabajadores realizaron diversas asambleas y acordaron la realización de paros a partir de las cero horas de este viernes.
Los trabajadores del sector rechazaron en un 95,4 por ciento el plan de recortes de la estatal y el 78,3 por ciento apoyó los paros, así lo informó FUP.
La crisis que afronta Petrobras es producto del enorme escándalo de corrupción descubierto en la empresa, el cual envió a prisión a varios directivos de la compañía y políticos brasileños, entre ellos Eduardo Cunha, acusado de recibir 5 millones de dólares en sobornos procedentes de los contratos de exploración de petróleo de Petrobras en África.
Tomado: YVKE Mundial/ LibreRed.net

Exigen en la ONU fin de asentamientos israelíes en territorio palestino

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó este viernes una resolución que condena la política israelí de asentamientos y exige su cese “inmediato” y “completo”.
Estados Unidos, tras haber vetado en 2011 una resolución similar, se abstuvo y permitió que el texto saliese adelante con el respaldo del resto de miembros del Consejo de Seguridad. La postura estadounidense supone un paso importante por parte del presidente saliente, Barack Obama, que en los últimos meses ha endurecido el tono contra los asentamientos.
Su sucesor, Donald Trump, había pedido a Obama que vetase la resolución e intercedió con éxito ante Egipto, el impulsor original del texto, para que pospusiese la votación. Sin embargo, cuatro miembros no permanentes del Consejo de Seguridad -Venezuela, Nueva Zelanda, Malasia y Senegal- retomaron el documento y forzaron su voto, apenas 24 horas después del paso atrás egipcio.
Cese de asentamientos
La resolución aprobada exige a Israel el cese de su política de asentamientos en territorios palestinos, incluido Jerusalén oriental, e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino que conviva junto a Israel. Esa vía, sin embargo, está en peligro por la expansión de las colonias, que está llevando a una “realidad de un Estado”, señala el texto.
Según la resolución, los asentamientos “constituyen una flagrante violación de la ley internacional y un gran obstáculo para conseguir una solución de dos estados, así como una paz, justa, duradera y completa”. Además, el Consejo de Seguridad reitera que no reconocerá ningún cambio a las líneas trazadas en 1967 a no ser que sea acordado por las dos partes a través de negociaciones.
Israel: “Es vergonzoso”
El primer ministro israelí, Benjamín Netnayahu, condenó con dureza la resolución aprobada. “Israel rechaza esta resolución en la ONU vergonzosa y anti-israelí y no va a cumplir sus términos”, señaló el primer ministro en un comunicado, en el que ataca directamente al presidente estadounidense, Barack Obama.
“En un momento en el que el consejo de Seguridad no hace nada para frenar la matanza de medio millón de personas en Siria, ataca vergonzosamente a la única verdadera democracia de Oriente Medio, Israel, y llama al Muro Occidental (Muro de las Lamentaciones) territorio ocupado”, señala la nota.
“La administración Obama no solo ha fracasado en proteger a Israel contra esta conspiración en la ONU, sino que se ha confabulado con ella entre bastidores”, agrega el mensaje. Añade que Israel está deseando “trabajar con el presidente electo (Donald) Trump y con todos sus amigos en el Congreso, tanto republicanos como demócratas, para anular los perniciosos efectos de esta absurda resolución”.
Tomado: EFE/ LibreRed.net