El informe de la organización humanitaria Oxfam arrojó que Perú, Chile, Colombia y Paraguay son los países más desiguales en cuestión de tenencia de tierras.
El uno por ciento de las fincas concentra más de la mitad de la superficie productiva en América Latina, así lo informó el último informe de la Oxfam titulado “Desterrados: tierra, poder y desigualdad en América Latina” presentado por la organización humanitaria ne Bogotá, capital de Colombia.
El informe evidenció que Colombia es el país más desigual de la región, donde el 0,4 por ciento de las fincas más grandes concentran el 77, 6 por ciento de la tierra, seguido por Perú con 77, 3 por ciento, Chile con 74, 4 por ciento y Paraguay con 71, 3 por ciento.
Los datos del informe revelaron que las grandes empresas de Bolivia concentran el 65, 72 por ciento de la tierra, este resultado muestra una mayor desigualdad en comparación al promedio regional, según el estudio.
Sin embargo, la Oxfam aseguró que el Gobierno plurinacional del presidente Evo Morales presentó una nueva perspectiva para abordar estructuralmente la desigualdad y la exclusión social.
En Paraguay existen 700 grandes propiedades que suman cuatro millones de hectáreas, el 13 por ciento de la superficie total nacional y una extensión que atendería la demanda de los 300 mil hogares campesinos sin tierras que existen en el país.
Los latifundistas que luchan por hacerse cargo de las tierras paraguayas están conformados por una iglesia coreana, una organización conservacionista, grandes productores de soja de origen brasileño y poderosas familias de la oligarquía nacional, incluyendo uno de los dueños de un periódico paraguayo.
Por su parte, el Grupo Gloria, una corporación del sector lácteo en Perú, “se aprovechó de la inversión pública en obras de riego” y llegó a tener unas 90 mil hectáreas, esto equivale a la superficie de la capital Lima Norte, donde viven dos millones de personas”.
El informe de la Oxfam señala que el Gobierno de Ollanta Humala es un caso de “captura corporativa”. “Humala llegó al poder con una agenda de cambio social pero en seguida se alió con élites económicas y las industrias extractivas a las que antes criticaba”.
Tomado: La Jornada | Sputnik | Telesur