sábado, 17 de noviembre de 2012

FARC-EP negociará hasta conseguir la paz


“En nuestra posición no hay fisuras, al contrario de las especulaciones de la llamada gran prensa, que me atribuye una línea dura en supuesta contraposición con otros sectores de la guerrilla”, aseveró en una larga entrevista concedida al periodista y director del semanario Voz, Carlos Lozano, publicada en la edición que circula hoy en Bogotá.
“En las FARC-EP no hay divisiones ni fracciones, todos apoyamos esta decisión que compromete al conjunto de la organización y la asumimos con optimismo”, dijo.
“En su afán de desinformar, los medios siempre están buscando divisiones y problemas internos en nuestras filas, pero en realidad todos los bloques, frentes y unidades, así como los integrantes del Secretariado y del Estado Mayor Central, estamos comprometidos con este empeño: no pueden haber dudas”, aseguró Márquez.
A una pregunta del periodista sobre la elasticidad o no de la agenda, respondió que “el problema no está en si esta es elástica o no; ella contiene lo esencial para desencadenar un proceso de diálogo que aborde los problemas fundamentales del país”, acotó.
“No obstante, desde nuestro punto de vista, habrá que dejar espacios para que sea la participación popular la que establezca los rumbos definitivos de esta”, consideró.
En cuanto al tiempo de duración de las negociaciones, puntualiza que en ninguna parte de los acuerdos preliminares se habla de tiempos específicos. Bien pueden ser menos o más de siete meses; eso dependerá de la dinámica que la participación popular, que es lo principal, le imprima al proceso, sustentó.
“Ojalá resulte algo ágil pero, de no ser así, nadie debe sentirse rehén de un asunto tan trascendental como es el de la paz de Colombia”.
Al referirse a la premisa de paz con democracia y justicia social, esgrimida por las FAR-EP, señaló que ese es el genuino sentido del fin del conflicto, y no la capitulación como pretenden algunos.
Es obvio que si se superan las causas de la miseria, la desigualdad y la exclusión política que padecen las mayorías nacionales, el uso de las armas no tendría razón de ser, manifiestó. “Sería iluso pretender que la resistencia al terrorismo de Estado pueda ser desarmada a punta de promesas”, singularizó.
Las medidas económicas que apuntan a la consolidación de la política neoliberal son un verdadero decreto de guerra contra el país, postuló.
Ivan Márquez reiteró sin embargo que el equipo negociador de las FARC-EP marcha con optimismo a la mesa de diálogo que se instalará el lunes 19 en La Habana.
Nuestra organización tiene profundo optimismo en el buen curso de este nuevo emprendimiento de paz para Colombia. Esperamos con mucha firmeza que esta vez el gobierno no busque excusas para levantarse de la mesa. Lo que debe primar es el inmenso anhelo que existe en el pueblo colombiano por llegar a la paz estable y duradera, concluyó.
Tomado: Cubadebate