miércoles, 14 de noviembre de 2012

Protestan cafetaleros colombianos por desatención del gobierno


Cafeteros colombianos del norte y centro del país siguen reclamando al gobierno una ayuda concreta para conjurar los embates de una crisis que arrastra consigo miseria, creciente desempleo rural, desplazamientos y pérdidas financieras por deudas.
Hasta ahora -se quejan- no han recibido respuesta, más bien una desatención permanente de las autoridades estatales mientras la crisis adquiere ribetes cada vez más inquietantes, plantean.

Reunidos la semana última en el municipio de Apía, en el norteño departamento de Risaralda, precisaron que no quieren migajas sino una ayuda real, tangible.

Lo ideal sería, añadieron, un precio de sustentación de 90 mil pesos (162 dólares) por arroba.

Argumentan que ni el gobierno ni la Federación Nacional de Cafeteros, con sede en Bogotá, han advertido siquiera que "las plagas con mayor incidencia en el grano son los precios, las lluvias que acabaron las florescencias, el tiempo seco que trajo la araña roja, la roya, la broca y el paloteo".

A estos males se suman, detallan, los altos costos de los fertilizantes y los plaguicidas. Como consecuencia, los cafetales se pierden, ante la imposibilidad de efectuar las prácticas de labranza por carencia de recursos financieros, máxime cuando cada arroba de café se está pagando a un precio de ruina, alegan.

Los reclamos del sector vienen sucediéndose desde meses atrás con marchas y manifestaciones en diversas regiones del país.

En octubre, miles de caficultores de 10 departamentos protestaron por la indiferencia estatal ante la gravedad de una crisis incrementada por los cambios climáticos y el vertiginoso descenso de los precios que originó pérdidas millonarias en los últimos tres años.

En esa ocasión, salieron masivamente a las calles para levantar su voz frente a la falta de respuesta de las instancias estatales al pliego de demandas presentadas el 13 de agosto tras la gran marcha protagonizada en la norteña Manizales para exigir la no aplicación de tratados de Libre Comercio suscritos por Colombia, por considerar que los perjudicaban.

También solicitaron una rebaja en los precios de los abonos y un significativo incremento en los subsidios -con vistas a erradicar plagas como la roya, la broca o la araña roja-, así como el control de la revaluación de la moneda nacional frente al dólar.

Las protestas se desarrollaron en los departamentos del Cauca, Valle del Cauca, Caldas, Quindío, Risaralda, Antioquia, Santander, Cesar, Huila y Tolima, que conforman el llamado Eje cafetero, como se le conoce nacional e internacionalmente.

Según afirmaron los manifestantes, persistirán en su lucha hasta tanto sean escuchados y atendidas sus reivindicaciones.

El coordinador del movimiento por la defensa y la dignidad cafetera del departamento de Quindío, Dimas Arias, destacó la gravedad de la crisis, incrementada por los precios en extremo desfavorables del grano y la precariedad de los créditos recibidos.

Como si fuera poco, añadió, persiste la intención de incrementar la contribución cafetera, mientras el gremio de la Federación y los Comités de Cafeteros velan solo por sus intereses personales, echando a un lado los comunes.

La producción del grano en el país genera un promedio de dos a tres millones de empleos en riesgo de perderse, enfatizó Arias. La situación se agrava ante el retorno de miles de colombianos del exterior, principalmente de España ante la debacle financiera de la eurozona, lo cual implicó el quiebre de las remesas enviadas a sus familiares.

Mientras, la inestabilidad en los precios internacionales incide con fuerza en las exportaciones del grano, ya que la incertidumbre es mayor y las decisiones que se tomen pueden implicar un alto riesgo, según especialistas.

En declaraciones a periodistas, el presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Asoexport), Carlos Gaitán, afirmó que la volatilidad en los precios, en el mercado europeo, trae aparejadas dudas e inquietudes sobre el cumplimiento de las metas y el éxito de las transacciones.

Colombia fue uno de los grandes exportadores de café en el mundo por la calidad de su producción en la que destacan una singular mezcla de gradaciones entre lo levemente ácido y un sabor suave y fuerte al mismo tiempo. En la actualidad ha sido desplazado por Brasil y Vietnam.
Tomado: Prensa Latina