“En un mundo donde no se restringiría matar a un estadounidense, personalmente iría a matarlo yo mismo”, dijo un analista de la NSA a Buzzfeed. “Mucha gente comparte este sentimiento”.
“Me encantaría poner una bala en su cabeza”, expresó con franqueza un oficial del Pentágono y ex oficial de las fuerzas especiales. “No me complace tomar otra vida humana, teniendo que hacerlo en uniforme, pero él por cuenta propia es el mayor traidor en la historia estadounidense”.
Esa hostilidad violenta que se encuentra justo debajo de la superficie del debate interno sobre el espionaje de la NSA aún está en desarrollo. Algunos miembros del Congreso han señalado a Snowden como denunciante, el diario The New York Times ha hecho un llamado a la clemencia, y los expertos defienden regularmente sus acciones en programas de entrevistas dominicales. En las comunidades de inteligencia, Snowden es considerado nada menos que un traidor en tiempos de guerra.
“Su nombre es maldecido todos los días por aquí”, señaló un contratista de defensa a BuzzFeed, hablando desde una base de recolección de inteligencia en el extranjero. “Casi todo el mundo con quien hablo dice que tiene que ser juzgado y ahorcado, olvidar el juicio y sólo colgarlo”.
Un oficial de inteligencia del ejército ofreció a BuzzFeed una fantasía escalofriantemente detallada.
“Pienso que si tuviéramos la oportunidad, lo terminaríamos muy rápidamente”, dijo. “Sólo casualmente caminando en las calles de Moscú, regresando de comprar su mercado. Volviendo a su apartamento y es casualmente pinchado por un transeúnte. Él no piensa nada en el momento y comienza a sentirse un poco mareado y cree que es un parásito del agua local. Él se va a casa muy inocentemente y lo próximo que usted sabe es que él muere en la ducha”.
Los agentes de inteligencia que hablaron con BuzzFeed en condición de anonimato no dijeron que esperaban que alguien actúe en su deseo de venganza. Pero su estado de ánimo es generalizado, dijeron personas que trabajan regularmente con la comunidad de inteligencia.
Traducción por Ivana Cardinale.
Tomado: tercerainformacion