martes, 21 de enero de 2014

Mejor dialogar con la CIA.


A propósitos de los diálogos entre el gobierno y las FARC y el informe sobre la CIA en Colombia.

Según el informe del Washington Post fechado el 22 de diciembre de 2013, la CIA, realiza una acción en cubierta, en contra de las FARC y ELN, movimientos guerrilleros, para ello el gobierno de EEUU, ha utilizado un presupuesto negro que le permite dirigir acciones de alto valor estratégico, con tecnología punta, las bombas inteligentes PGMs que son teledirigidas contra objetivos definidos, para este caso los comandantes guerrilleros. 

La divulgación sobre esta participación directa de la CIA, no es nueva ni novedosa, lo que si causa novedad es el reconocimiento de algunos presidentes que ante la evidencia reconocieron su subordinación, afirmando que existe una estrecha colaboración y que gracias a esta se ha podido dirigir grandes operativos. Sin embargo, lo que se evidencia es la poca capacidad del Estado colombiano de dirigir sus asuntos internos. Sobre este asunto existe un largo historial la participación de la CIA, en el conflicto armado, sin ir más lejos está el ataque a Marquetalia, el conocido Plan Laso (su denominación en inglés; Latin American Security Operation)  

Otro elemento para tener en cuenta es la forma como según dicho informe, se buscaba tener información sobre los campamentos guerrilleros, esta información es recopilada por la CIA, sin la intervención del gobierno colombiano. Es de anotar, que las Compañía militares de seguridad privada (CMSP) poseen el manejo de toda la inteligencia militar y respondan al manejo del contrato firmado por el Gobierno de EEUU, de modo tal que este puede manejar información de inteligencia militar sobre Colombia, que el mismo Estado no posee, es decir, como en el mismo informe se advierte esta información solo se daba a conocer en el momento del bombardeo. La pregunta que surge es, si las Fuerzas Armadas de Colombia son soberanas, o simplemente obedecen ordenes o son relegadas a otros asuntos, los que no necesitan de manejar alta tecnología, pues si la información no se comparte, quienes serán los que tripulan los aviones o dirigen las bombas.

Frente a esta información el gobierno afirma que las “operaciones fueron diseñadas con la colaboración pero ejecutadas por Colombia”, este asunto parece poco probable si tenemos en cuenta lo ocurrido en países como Afganistán, la presencia cada vez más notoria de agentes norteamericanos en el suelo colombiano, en zonas inhóspitas, que según dicen están de turismo.

La modernización del ejército según el gobierno es la que ha servido para propinarle golpes estratégicos a la insurgencia, lo que hasta ahora no queda claro a cual ejército se refiere, pues según el informe, la CIA maneja la información, diseña planes de ataque, recluta informantes, para ello creó la Célula de Fusión de Inteligencia de la Embajada de Estados Unidos, apodada “el Bunker”, sin que sepamos hasta ahora cual es el papel del ejército colombiano, salvo el de bombardear campamentos a mansalva, ejecutar prisioneros en el caso de Alfonso Cano, recoger los muertos, computadores, teléfonos. Según el ministro de Guerra Juan Carlos Pinzón “son actos heroicos”, muy seguramente estos actos enarbolan las banderas de la soberanía y los comandantes militares pueden sacar pecho y sonreír frente a las cámaras cuando dan un parte de guerra.

Con esta ayuda “desinteresada” de EEUU, Uribe logró mantenerse en el poder 8 años, dando la idea que fue su “política de seguridad democrática” la que le acertó duros golpes a la insurgencia, sin contarle al país, que para ello tuvo que entregar la soberanía del país no solo a la CIA, sino gran parte del territorio a las multinacionales y  pactar acuerdos por debajo de la mesa.

La duda que surge es el por qué nuestros “insignes” gobernantes siempre han negado la participación de EEUU, en el conflicto, ahora lo admiten como parte de la cooperación, lo que no queda claro son los acuerdos clandestinos, el presupuesto negro. Estos acuerdos en la sombra violan la legalidad del Estado y se asemejan a acciones paramilitares, que aplican la pena de muerte, invaden el territorio y no son muy diferentes a bandas de criminales que actúan de acuerdo a sus propios intereses o a los mercenarios que han invadido el país.

Esta ayuda como lo acaba de develar el Washington Post, no es algo que EEUU haga con fines altruistas, sin pedir nada a cambio, salvo la entrega de los recursos naturales a las multinacionales, por ello operan compañía sin ningún control por el Estado, como la Drummond, Chiquita Brands, entre otras más, responsables de crímenes y violaciones a los derechos humanos.  Sin que el Estado si quiera haga cumplir su legislación interna.

Los diálogos en La Habana

La participación de EEUU, en el conflicto interno no es nueva, y su intervención en los asuntos internos hace parte de la agenda, cuenta con el apoyo decidido de la élite gobernante del país, no solo en planes anticomunistas, sino expansionistas que tienen como fin convertir a Colombia en una base militar con capacidad de dirigir acciones a otros lugares de Continente.  

Para EEUU, la insurgencia colombiana (FARC- ELN) siempre ha resultado un obstáculo, no solo por su ideología, sino por la ocupación que estos hacen de territorios con valiosos recursos naturales, indispensables para erigir el imperio. Por ello, no solo financian al Estado, sino a los grupos paramilitares.

Después de conocer el informe del Post, queda claro que frente al conflicto armado, Colombia no es la que decide, peor aún no tiene la iniciativa. No es coincidencia que en momentos que se dialoga con las FARC en La Habana, al país lleguen funcionarios de alto nivel o que Santos se haya reunido con Obama para hablar del tema. Es que acaso no somos soberanos y el conflicto hace parte de nuestros asuntos internos, o solo el gobierno colombiano actúa como mensajero frente al tema.


Lo que queda claro según el Post, es la participación de la CIA, en el conflicto, es decir, son los que han combatido a las FARC, entonces sería más conveniente que los diálogos se dieran entre FARC y EEUU de otra forma estos no tendrán ninguna validez. Después de todo somos colonia sin derecho a decidir.