Cada año, más de 3.000 niños estadounidenses mueren y otros 7.000 resultan heridos por incidentes con armas de fuego, según un estudio publicado en la revista Pediatrics y citado por la cadena NBC.
El trabajo, a cargo de investigadores de la Escuela de Medicina de Yale, hace referencia a la base de datos de menores hospitalizados (KID), según la cual más de 7.000 niños y jóvenes menores de 20 años ingresan anualmente en centros médicos con heridas de bala.
El 6% de los hospitalizados muere, indica el responsable del estudio, doctor John Leventhal, mientras que unos 3.000 niños fallecen antes de llegar al hospital.
Los datos de KID relativos a 2009, el último año del que hay información disponible, revelan que en la mayoría de estos casos, cerca de 4.500, tuvo lugar un ataque. Otras 2.000 víctimas sufrieron un incidente y casi 300 niños intentaron quitarse la vida.
Los incidentes con armas de fuego son frecuentes en EEUU, país que tiene una legislación muy liberal en materia de control de las armas. También se registran a menudo masacres con armas de fuego, algunas de ellas protagonizadas por adolescentes que usan armas de sus padres.
Aunque las más recientes de estas tragedias han reavivado el debate sobre el control de las armas, hasta ahora cualquier intento de endurecerlo ha topado con la resistencia del poderoso sector armero.
Tomado: RIA Novosti7Librered.net