Alrededor de 1.000 personas víctimas de desplazamiento forzado en el sur de México a causa de la violencia generada por grupos criminales, retornaron el jueves a sus hogares en el estado de Chiapas.
Al retornar a sus viviendas en el municipio de Frontera Comalapa, fronterizo con Guatemala, los desplazados exigieron al Gobierno mexicano mayor seguridad para evitar nuevos desplazamientos.
El regreso se dio en seis camiones militares y las personas fueron custodiadas por agentes de Protección Civil, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional que se encargaron de escoltar a pobladores de las comunidades Nueva Independencia, Nueva Libertad y Flores del Grijalva.
El retorno de los desplazados tuvo lugar luego de que 1.500 agentes militares tomarán el miércoles el control del municipio de Frontera Comalapa.
De acuerdo a fuentes de seguridad, los enfrentamientos en el estado de Chiapas los protagonizaron presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación y del Cártel de Sinaloa, situación que provocó el desplazamiento de, al menos 3.000 personas.
Las organizaciones defensoras de DD.HH. han señalado que desde 2022 a la fecha ha habido un desplazamiento forzado de unas 8.000 personas a causa de la violencia.
Tomado: Tercerainformacion