La Asociación de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc) celebró los primeros acuerdos de paz suscritos sobre el tema agrario entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, que transformarán radicalmente el campo en el país.
En representación de 50 organizaciones y procesos rurales, la Asociación subrayó en un comunicado que estos acuerdos iniciales pactados son resultado histórico del clamor de los trabajadores del campo.
En el texto, divulgado hoy por la Agencia de Prensa Rural, destacó en especial que se haya tenido en cuenta el fortalecimiento y vigorización de las Zonas de reservas.
Reiteramos nuestro compromiso para que la política pública de las reservas campesinas sea construida con la participación popular, afirma el documento en el que hacen un llamado a todos los sectores agrarios y rurales a exigir el cumplimiento de los compromisos asumidos por el Gobierno para impulsar un nuevo campo colombiano.
Los agricultores insistieron en la búsqueda del reconocimiento político, jurídico, social y cultural de los campesinos, que implica que el Estado desarrolle una política de inclusión con la activa participación de ese sector en la toma de decisiones sobre los destinos del campo y la construcción de la territorialidad.
"Consideramos necesario que el Estado reconozca el derecho de las comunidades campesinas a ser consultadas, otorgándoles el consentimiento previo, libre e informado, como requisito para las intervenciones que afecten el territorio en lo social, cultural y ambiental, particularmente en los casos de implementación de megaproyectos", añaden.
La Asociación insistió en una Asamblea Nacional Constituyente "que permita el ejercicio de soberanía de las comunidades a través de la construcción de poder popular que respalde con la voz y participación ciudadana del constituyente primario los acuerdos derivados del proceso".
"Manifestamos nuestro enérgico rechazo a las recientes declaraciones que desde el desconocimiento se vienen haciendo por diferentes sectores sociales, especulando sobre extensiones de hectáreas que se le otorgarían a las Zonas".
Por último, el campesinado reiteró que para las comunidades estos primeros pasos en el acuerdo agrario, no significan el cierre de la lucha por la tierra; por el contrario, da inicio a un proceso de debate y construcción, manifestaron.
El domingo último, tras seis meses de conversaciones, las partes anunciaron el acuerdo Hacia un nuevo campo colombiano: reforma rural integral, un programa que incluye transformaciones encaminadas a revertir los efectos del conflicto armado, político y social y restituir a las víctimas del despojo y el desplazamiento forzado en estos 50 años.
Tomado: Prensa Latina