El Ministro de Asuntos Exteriores del Estado de Palestina condena, en los más duros términos, el ataque deliberado de las fuerzas de ocupación israelíes contra cristianos palestinos, diplomáticos y sacerdotes durante la celebración del Sábado Santo en la Jerusalén Este ocupada el 4 de mayo de 2013. En este evento, las familias fueron abusadas verbalmente, atacadas psicológicamente, y detenidas por la ocupación israelí mientras intentaban tomar parte de una celebración tradicional de cristianos palestinos que se remite a 700 años atrás.
La Pascua es una celebración sagrada y nacional en Palestina. Por décadas, sin embargo, los palestinos han sido negados del derecho de tomar parte libremente en esta celebración. El pueblo palestino no debería tener que pasar por el proceso humillante de aplicar por un permiso para visitar un sitio sagrado en su propio estado o sufrir la humillación de ser verbalmente y psicológicamente abusados por las fuerzas de seguridad israelíes.
El Ministro de Asuntos Exteriores, denunció estas últimas acciones ilegales, las cuales son parte de una mayor campaña orientada a alternar el carácter, estatus y la composición demográfica de Jerusalén Este transformándola en una ciudad exclusivamente judía. Sumado a la negación a los palestinos del derecho de practicar libremente su religión y el acceso sin obstáculos a los Santos lugares en Jerusalén Este, esta campaña consiste en actividades tales como los asentamientos ilegales, la construcción del muro de anexión, restricciones impuestas al derecho de movimiento y al derecho de residencia, la demolición de los hogares palestinos, la revocación de los derechos de residencia y de desalojo y el desplazamiento de numerosas familias palestinas, así como otros actos de provocación e incitamiento, incluso por los colonos israelíes, en la ciudad, cuyo objetivo es el aislamiento de la ciudad del resto del Territorio palestino Ocupado, en violación del Derecho Humanitario Internacional, relevantes resoluciones de Naciones Unidas, y en desafío a los llamamientos de la Comunidad Internacional.
El ataque israelí contra aquellos que buscaban celebrar en Jerusalén, es un ataque a la libertad de culto, y debería ser una causa que concierna a todos los estados y naciones que valoren estos derechos humanos básicos y los principios democráticos. Llamamos a todos los estados a actuar, con palabras y medidas, contra estas nocivas, peligrosas e ilegales políticas
En el siguiente video se puede ver las fuerzas israelíes atentan contra un clérigo cristiano en Jerusalén cuando iba a la iglesia del Santo Sepulcro, impidiendo su entrada.
Tomado: tercerainformacion.es
