Podemos precisar miles de ejemplo para ilustrar lo anterior: los cafeteros anuncian nuevas acciones de hechos como respuesta a los incumplimientos de los acuerdos después del levantamiento del paro. Fecode amenaza con paro nacional indefinido ante la actitud intransigente del gobierno en la discusión del pliego de peticiones. Ante los despidos masivos de obreros en la Drummond, guarda un silencio cómplice. Ha dejado a su suerte a los campesinos que reclaman la tierra expropiada por el paramilitarismo, hoy son víctimas de una política de exterminio. Pero esgrime hipócritamente una política de reparación colectiva que busca la creación de condiciones para la paz en Colombia, mediante procesos de reconocimiento y garantías de derecho (Ley 1448de 2011).
Sobre los diálogos en Cuba, emite conceptos públicos, que los colombianos no sabemos si puja por la paz o si pide la continuación de la guerra. Hay que valorar la madurez política de las Farc y su convicción absoluta en la búsqueda de la paz. Han resistido todo tipo de provocaciones tanto del gobierno como de los sectores de la ultraderecha colombiana. Siguen valorando la frase aquella: “No nos levantaremos de la mesa hasta conseguir la paz”. Sin embargo el ejército colombiano se prepara para “taladrar” la montaña, con unos jugueticos llamados drones. Han resultado mortíferos en la guerra de Irak y Afganistán, no porque les haya permitido dar de baja a importantes jefe de la insurgencia afgana, sino por la cantidad de civiles muertos, entre ellos docenas de niños y niñas. El ejército, saca pecho y voz en cuello, anuncia que el país cuenta con más de 50 aviones no tripulados también conocidos como drones. Según informaciones de prensa estos aparatos, ya han participado en bombardeos, en territorios de la Macarena, en Orito (Putumayo), la región del Catatumbo y Saravena (Arauca).Solamente la voluntad de paz de las Farc, mantienen los diálogos con vida. El gobierno ha cerrado los oídos a la propuesta de cese al fuego porque tienen un enamoramiento con la muerte. Persiste en la política de tierra arrasada, claman por ver sangre derramada en los campos y ciudades colombianas.
No siente compasión alguna con los soldados y policías que diariamente caen en combate.Se silencia ante los centenares de soldados y policías lisiados y heridos que deja el conflicto que aumenta en la medida en que la guerra se extiende. América Latina, es la segunda región del mundo con más desplazados, 5.8 millones de personas, de los cuales entre 4.9 millones y 5.5 millones están en Colombia. Nuestro país ostenta el record de poseer el mayor número de desplazados internos en el mundo, según informe del Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno (IDMC) y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).Estas estadísticas, que reflejan un profundo drama humano, no conmueve al gobierno Santos.
En el proyecto de presupuesto del año 2014 y que será presentado el próximo 20 de julio, el Ministerio de la Defensa, para cubrir sus” necesidades” tendrían asignados unos 19 billones de pesos, más 7.7 billones para la policía. ¡Vaya injusticia! La FAO, señalaba en unos de sus últimos informes, que más de 8.1 billones de colombianos padecen hambres. Y como un latigazo, anunciaba que cada año 15 mil niños menores de 5 años mueren por causa asociadas a la desnutrición en Colombia.
¡Ahí , vienen los drones¡ De acuerdo con la Oficina de Periodismo de Investigación,que cuenta con su sede en Londres, entre 2004 y 2012, los ataques con drones terminaron con la vida de entre 2.562 y 3.325 paquistaníes.
Tomado: tercerainformacion.es