La reciente incursión aérea por parte de Israel contra instalaciones militares cercanas a Damasco preludia una posible guerra que podría dinamitar la región, después que Siria afirmara que otro ataque será respondido sin vacilación en defensa de su soberanía.
El domingo, día de la incursión, el ministro de Información Omran al-Zoubi aseguró que la acción abría "las puertas a todas las posibilidades" de respuesta.
La víspera, el Ministro de Relaciones Walid al-Moalem aseguró a su homólogo ruso Serguei Lavrov durante una conversación telefónica, que al país le asiste la facultad de reaccionar a este tipo de ataques amparados en el Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas.
Por su parte, el jefe de la diplomacia rusa alertó sobre el peligro de que haya un derramamiento del conflicto sirio hacia países vecinos, multiplicándose los focos de tensión que no podrían ser controlados. Este lunes, la televisión estatal aquí indicó que las Fuerzas Armadas han precisado los posibles objetivos a atacar, en caso de que Israel repita un raid aéreo similar.
Citando a funcionarios que pidieron anonimato, el medio informativo advirtió que el alto mando del Ejército dio la indicación a todas las unidades del país para responder a cualquier ataque extranjero sin esperar sus órdenes.
Oficiales citados por la televisión panárabe al-Mayadeen aseguraron por su parte que Damasco desplegó baterías de defensa antimisiles hacia Israel, algo que también ha hecho Tel Aviv en la parte norte del país.
En medio de tan caldeado panorama, gobiernos como los de Rusia, China y Egipto, al igual que organizaciones como la Liga Árabe, condenaron la violación de la soberanía siria, mientras que el secretario de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, mostró su preocupación y llamó a la tranquilidad y moderación para prevenir una escalada del conflicto.
Damasco desmintió que el objetivo del ataque haya sido contra un supuesto alijo de armas iraníes para ser enviadas a la milicia libanesa Hezbolá, como adujeron funcionarios israelíes.
Por el contrario, acusó al Estado hebreo de perpetrar la incursión para intentar debilitar las posiciones militares, apoyar a los grupos opositores armados que aquí combaten e infundirles ánimo, ante la desmoralización que han sufrido en las últimas semanas tras las fuertes batidas por parte del Ejército Árabe Sirio.
Asimismo, fuentes militares consultadas por Prensa Latina que solicitaron el anonimato, estimaron que la acción buscó comprobar las defensas antiaéreas del país, como paso previo a una planificada agresión militar.
Recordaron que Estados Unidos acaba de desplegar 200 soldados cerca de la frontera de Jordania con Siria, los cuales estarían preparando un despliegue de fuerzas militares que podrían llegar a los 20 mil efectivos, si la Casa Blanca considera necesaria una intervención.
En las últimas semanas, han llovido las acusaciones contra las autoridades sirias a las cuales se pretende inculpar por el supuesto empleo de armamento químico contra los irregulares, lo cual ha sido negado de forma rotunda por Damasco en múltiples ocasiones.
Aunque el domingo una alta responsable de una comisión investigadora de la ONU aseguró que habían sido los llamados insurgentes quienes usaron material químico, Washington y algunos de sus aliados insisten en la acusación contra el gobierno de Bashar al-Assad.
En este sentido repiten que el uso de sustancias tóxicas sería considerado una "línea roja" que determinaría el lanzamiento de una intervención militar.
Tomado: Prensa Latina