Los trabajadores del sector público griego protestaron contra las presiones del Gobierno a los profesores, a los que el Ejecutivo heleno ha amenazado con despedir, e incluso, con detener por planear un paro coincidiendo con los exámenes de acceso a la universidad.
El gobierno conservador de Antonis Samaras invocó el domingo, por tercera vez este año, los poderes de emergencia que le permiten arrestar a trabajadores en situación de desobediencia civil.
El secretario general del sindicato de funcionarios ADEDY, Ilias Iliopoulos, ha condenado las presiones del Gobierno y ha llamado a participar en la huelga de mañana miércoles y en un paro de cuatro horas el jueves para "apoyar las demandas de los profesores".
El Gobierno invocó el domingo una competencia reservada para casos de emergencia para vetar la huelga de profesores del próximo viernes. La Policía comenzó a repartir este lunes dichas órdenes, en las que se recoge que los docentes deben acudir al trabajo el día de comienzo de los exámenes.
El secretario general del sindicato GSEE, Nikos Kioutsoukis, tildó de "inaceptable" la decisión del Gobierno de "criminalizar" la huelga antes siquiera de que los sindicatos hayan tomado "una decisión final".
Tomado: Granma