Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno de ese país continúan hoy aquí la búsqueda de soluciones al problema de las drogas ilícitas, tercer punto de seis que conforman la agenda de los diálogos.
Ambas partes iniciaron otra ronda de pláticas la jornada anterior, cuando la insurgencia declaró estar en contra del tratamiento dado por el ejecutivo de Juan Manuel Santos al tema.
Estas iniciativas que pone en práctica el ejecutivo simplemente impulsan el propósito y los mecanismos de la erradicación y consolidación militar en zonas de las que, según esta visión, habría que expulsar comunidades enteras, dijo la guerrilla.
En opinión del grupo armado, esta posición nunca tuvo visos de verdadera solución a los problemas sociales que subyacen en el fenómeno de los cultivos declarados ilícitos.
Para el gobierno el asunto se ha limitado a desyerbar, envenenar y barrer unas zonas empobrecidas y abandonadas, aludiendo a falaces planes "alternativos" para las comunidades rurales, denunció la insurgencia.
De igual forma, las FARC reiteraron su posición sobre estos temas: la solución del fenómeno de producción, comercialización y consumo de narcóticos y alucinógenos, debe entenderse como un grave problema social que no puede tratarse por la vía militar.
Ello requiere acuerdos con la participación de la comunidad nacional e internacional y el compromiso de las grandes potencias como principales fuentes de la demanda mundial de los estupefacientes, concluyó.
Las delegaciones ya alcanzaron acuerdos en la mesa en lo referido al tema agrario y a la futura participación política de las FARC tras el fin del conflicto.
Tomado: Prensa Latina