Google, Microsoft, Yahoo, Facebook, Twitter, Netflix, LinkedIn, Comcast, AT&T: la élite de las empresas de informática y de la red estadunidenses se hizo presente en la reunión a la que la Casa Blanca describió como una “ocasión para evocar cuestiones de seguridad nacional y las consecuencias económicas de la difusión de datos de las operaciones de inteligencia sin autorización”.
La presidencia aludió así a las revelaciones, meses atrás, del ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden, asilado en Rusia, sobre el alcance del espionaje llevado a cabo por el gobierno estadunidense.
El encuentro tuvo lugar una semana después de la publicación, por ocho gigantes de Internet, siete de los cuales estaban representados en la reunión con Obama, de una carta abierta al presidente en la que reclamaron la regulación de estas prácticas, que han dañado seriamente su capital de confianza ante los usuarios.
“Comprendemos que los gobiernos tienen el deber de proteger a los ciudadanos. Pero las revelaciones de este verano echaron luz sobre la urgente necesidad de de reformar las prácticas gubernamentales de vigilancia en el mundo”, escribieron.
Obama y los dirigentes empresariales no realizaron declaración alguna al fin del encuentro, llevado a cabo en la sala Roosevelt de la Casa Blanca, al que sólo fueron admitidos los fotógrafos por breves segundos.
Snowden aportó igualmente las pruebas de que la NSA podía desencriptar algunos programas cifrados, un procedimiento en el cual están basadas numerosas soluciones de seguridad informática.
La reunión del martes coincidió con un revés hacia la NSA, luego que un juez de Washington estimó que la recolección de metadatos de las comunicaciones telefónicas de un particular constituye un “atentado a la vida privada” y es sin lugar a dudas inconstitucional.
La resolución, saludada por los defensores de las libertades individuales y en la que el magistrado sostiene que el procedimiento de vigilancia del gobierno es “casi orwelliano”, fue sin embargo transmitida a un tribunal de apelaciones, que deberá resolver próximamente sobre el fondo del asunto.
Obama ya pidió a un grupo de trabajo de analizar pistas de reflexión para corregir, e incluso reformar, los programas de la NSA. Las conclusiones de los expertos fueron elevadas el viernes pasado a la Presidencia, que hasta ahora no ha hecho pública su reacción.
Tomado: tercerainformacion