Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno de ese país prosiguen hoy aquí con el punto de la agenda de los diálogos de paz relacionado con el problema de las drogas ilícitas.
En jornadas anteriores la delegación de la insurgencia comunicó a la prensa sus propuestas para la política antidrogas colombiana
Las mismas fueron formuladas con el objetivo de alcanzar una solución definitiva de la manera más justa y adecuada, destacó ayer Pablo Catatumbo, negociador de las FARC-EP.
Iván Márquez, jefe de la representación del grupo armado, destacó a suvez que actualmente la guerra contra las drogas no enfrenta a los componentes más lucrativos del negocio, sino a los más débiles.
El narcotráfico -agregó- es un problema mundial y no exclusivo de Colombia, por lo cual su enfrentamiento requiere del concurso de la comunidad internacional.
También se reiteró que la política antidrogas no debe tener base en la oposición a los cultivos, pues la coca, la marihuana y la amapola tienen aplicaciones beneficiosas en diversas ramas.
El debate sobre los estupefacientes ilícitos es el tercero en producirse tras un año de la instalación de la mesa de conversaciones en La Habana.
Ambas partes alcanzaron a finales de mayo un primer acuerdo parcial sobre el tema agrario y otro a inicios de noviembre referido a la futura participación política del grupo armado y otras organizaciones tras el fin del conflicto.
Tomado: Prensa Latina