El expresidente de Estados Unidos George W. Bush también ordenó realizar actividades de espionaje y seguimiento de comunicaciones electrónicas alrededor del mundo, revelan hoy documentos desclasificados por la Casa Blanca.
Los archivos puestos a la luz pública muestran que durante el gobierno de Bush (2001-2009), la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y el departamento de Defensa aunaron esfuerzos para husmear llamadas telefónicas y las acciones de tráfico de personas en la red de redes.
El director de Inteligencia Nacional, James Clapper, ordenó días atrás desclasificar los documentos relacionados con las actividades ilegales.
Ello ocurre en medio del escándalo por el espionaje masivo de Washington contra líderes mundiales y personas en todo el mundo sacado a la luz por el excontratista de la NSA Edward Snowden.
Bush firmó el primer decreto el 4 de octubre de 2001, con el cual autorizó el inicio de la recolección de información, como parte del Programa de Vigilancia de Terroristas, justo después de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
El Programa de Vigilancia de Terroristas, que debía ser prorrogado cada 30-60 días por orden presidencial, fue anclado finalmente por la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, legislación que requiere un tribunal secreto para autorizar la recolección de información.
A partir de estas iniciativas, el Congreso aprobó una ley especial sobre las actividades de inteligencia en el extranjero, la misma que usa en la actualidad la NSA, confirman los textos.
La desclasificación de los documentos ocurre en medio de una batalla legal en contra de los ilegales programas de vigilancia, tras dos demandas interpuestas contra el gobierno luego que el exmandatario reconociera la existencia de tales actividades en diciembre de 2005.
Tras las revelaciones de Snowden, en junio pasado, la NSA y la administración del presidente Barack Obama han intentado emerger del escándalo mayúsculo en el cual se encuentran, ante la andanada de críticas de la sociedad estadounidense y de la comunidad internacional.
Días atrás, un juez federal dictaminó que el masivo programa de espionaje de la NSA resulta anticonstitucional, mientras la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, la demócrata por California Dianne Feinstein, pidió a la Corte Suprema de Justicia revisar la legalidad de tales actividades.
La semana pasada, un grupo de estudio que investigó las denuncias relacionadas con las prácticas ilegales entregó a la Casa Blanca un documento con más de 40 recomendaciones al respecto.
Obama prometió que en las próximas semanas informaría algunas modificaciones en el trabajo de la NSA, lo cual sipone que Washington continuará con sus prácticas de espionaje interno y a nivel mundial, pero con nuevas reglas.
Tomado: Granma