El gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) retoman hoy los diálogos de paz que sostienen en esta capital desde hace 17 meses.
En el Palacio de Convenciones de La Habana, sede permanente de las pláticas, las partes continuarán el debate sobre el tema de las drogas ilícitas, tercer punto de la agenda.
Hasta la fecha se alcanzaron acuerdos parciales en los del desarrollo agrario integral y la participación política, en mayo y noviembre de 2013, respectivamente.
Al concluir al anterior ciclo de conversaciones, las delegaciones de paz encabezadas por el ex vicepresidente Humberto de la Calle y el comandante guerrillero Iván Márquez, reconocieron avances y expresaron optimismo en el desarrollo del proceso que pretende poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado.
Para lograr ese propósito, ambos equipos deberán llegar a consensos también sobre el fin de la confrontación armada, los derechos de las víctimas y los mecanismos de implementación, verificación y refrendación de un Acuerdo final.
Con más de 46 millones y medio de habitantes y una superficie total superior al millón de kilómetros cuadrados, esa nación suramericana tiene uno de los índices de distribución de la riqueza más precarios de la región.
Colombia ha sido, por más de una década, uno de los principales receptores a nivel mundial de ayuda militar de Estados Unidos, y el mayor en el hemisferio occidental, y su presupuesto bélico es de los más altos del orbe, en relación con su Producto Interno Bruto.
Diez años después del fracaso de los diálogos en San Vicente del Caguán, representantes del gobierno de Santos y de las FARC-EP sostuvieron contactos en La Habana y firmaron, el 26 de agosto de 2012, el Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.
La iniciativa permitió la instalación aquí de la mesa de diálogos en noviembre de ese año, y cuenta con Cuba y Noruega como garantes, el acompañamiento de Venezuela y Chile, y un amplio apoyo de organismos e instituciones internacionales, y gobiernos.
Tomado: Prensa Latina