En declaraciones a la televisora Al Jazeera, Fadi AlHadmi, ministro palestino de Asuntos de Jerusalén, condenó la estrategia de colonización judía en esa urbe a expensas de los ciudadanos árabes.
Ante tal situación llamó a la comunidad internacional a adoptar una postura firme contra esa política.
Las autoridades israelíes violan reiteradamente el derecho internacional al intentar cambiar el statu quo en ese territorio, afirmó.
De forma paralela, el Mufti de Jerusalén, jeque Muhammad Hussein, advirtió contra el expansionismo del vecino Estado en la metrópoli.
Citado por la agencia oficial de noticias Wafa, Hussein instó al mundo a poner fin a la agresión de Tel Aviv contra la población jerosolimitana.
El activista Fakhri Abu Diab denunció la pasada semana que las autoridades de ocupación israelíes emitieron desde principios de año más de mil 860 órdenes de demolición de estructuras palestinas en Jerusalén Este.
El miembro del Comité de Defensa de las Tierras del barrio de Silwan alertó que los funcionarios de ese país mantienen un ataque sistemático contra las propiedades árabes en la urbe.
Abu Diab advirtió que barrios enteros están amenazados de derribo como Al-Bustan, Wadi Yasoul y Ain Al-Lawzeh.
El objetivo es aumentar la presión y las restricciones sobre la población y empujarla a emigrar y abandonar la ciudad, afirmó.
A finales del pasado mes, el diario Haaretz reveló que las autoridades de Tel Aviv registraron terrenos a nombre de colonos en Jerusalén Este con fondos destinados supuestamente para mejorar la calidad de vida de los residentes palestinos.
El registro supuestamente estaba destinado a beneficiar a los árabes, pero en realidad es utilizado por el Gobierno de manera cínica para robar sus tierras, denunció Gal Yanovsky, de la organización de derechos humanos Ir Amin.
Según diversas fuentes, unos 490 mil colonos israelíes viven a lo largo y ancho de Cisjordania y otros 200 mil en la zona oriental de la llamada ciudad santa.
Tomado: tercerainformacion