lunes, 25 de junio de 2012

Paraguay: detrás del retorno de la mafia de Stroessner, la Inteligencia norteamericana


JEAN-GUY ALLARD
Tan grande es la confianza que reina entre Federico Franco, el presidente golpista de Paraguay, y la embajada de Estados Unidos en ese país, que Franco llegó a conversar de la oportunidad de derrocar a su presidente, Fernando Lugo, ya en el 2009. Lo revelaba meses después un texto de Wikileaks, donde un funcionario de Inteligencia de la sede diplomática refiere la conversación de Franco.
FEDERICO FRANCO PERTENECE AL DERECHISTA PLRA, LA “OPOSICIÓN” BLANDA PERMITIDA POR EL PARTIDO COLORADO DEL DICTADOR ALFREDO STROESSNER.
El texto fechado el 6 de mayo del 2009 fue redactado por un miembro de la representación diplomática (léase CIA), y dado a conocer más tarde por la tropa del australiano Julian Assange. Señala las discrepancias observadas entre el Presidente y su vicepresidente, y precisa las intenciones de este último.
"Ciertamente, la división entre Lugo y Franco está creciendo. Sin embargo, Franco dijo al embajador el 28 de abril que él no está involucrado en algún plan para derrocar a Lugo y que su posición es mantener la paciencia para apoyar las instituciones democráticas de Paraguay", dice textualmente el informe secreto.
Federico Franco pertenece al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA-derecha), la "oposición" blanda permitida por el Partido Colorado del dictador Alfredo Stroessner, quien mantuvo durante 35 años su sanguinaria dictadura sobre Paraguay. La llegada de este médico liberal derechista al poder al lado del popular exobispo Lugo fue el resultado de unas contorsiones políticas cuyos secretos domina la clase política tradicional del país sudamericano.
Pero siempre a alguien se le escapan sus verdaderas orientaciones.
Las relaciones más que amistosas de Franco con la embajada de Estados Unidos en Asunción demuestran hasta qué punto el pulpo de la diplomacia yanki abrazaba de cerca a este vicepresidente que no escondía su repugnancia por el "cura" que acompañaba en la dirección del país.
Y de manera evidente discutía y compartía con los diplomáticos yankis, agradecidos y complacidos por las numerosas fricciones que surgían, casi a diario, entre él y su jefe.
Ya a su llegada a la Vicepresidencia, el Departamento de Estado le había puesto un interlocutor bien preparado para enfrentar una coyuntura que no se había podido evitar. El embajador yanki era entonces James Cason, quien se había hecho famoso justo antes como jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en la Habana, la estación CIA que se pretende diplomática en la capital de Cuba.
En Asunción, el cabo Cason se hacía el gracioso —incluso como intérprete amateur del folklor guaraní. Pero no se limitaba a hacerse el payaso. Cason, un socio de cada cabecilla de la mafia cubanoamericana, se esmeró para provocar un número récord de incidentes, confrontando a las autoridades revolucionarias del país.
La actual embajadora en Asunción, Liliana Ayalde, llegó por su parte a apadrinar a Federico para asegurar su integración con los planes de los herederos de Stroessner, los mismos que ocupan el sistema parlamentario nacional, y se dedican a conspirar.
UN INCIDENTE ILUSTRA EL TEMA
En marzo del 2010, el ministro de Defensa de Paraguay, general retirado Luis Bareiro Spaini, fue llamado a comparecer ante la Cámara de Diputados por sus "agravios contra la embajadora de Estados Unidos".
Con 41 votos a favor y cuatro en contra, los diputados aprobaron una interpelación contra el alto oficial tras una carta que le dirigió a Ayalde, acusándola de intromisión en asuntos internos de Paraguay, por la injerencia groseramente expresada a mediados de febrero en la legación diplomática.
En un almuerzo que organizó en la embajada con el propio vicepresidente Federico Franco y la presencia de una brocheta de generales del ejército de EE.UU. que se encontraban de visita, Ayalde propició un debate en la mesa sobre... ¡la situación política de Paraguay y la eventualidad de un juicio político para destituir al presidente Lugo!
Los opositores del Congreso fustigaron entonces, no a Franco sino al general Bareiro Spaini "por entrometerse en una función que compete al ministro de Relaciones Exteriores", al tiempo que ni señalaron la postura altamente traidora de Franco.
Ya el complot estaba caminando.
LUGO RODEADO DE TIBURONES
El documento del 2010 ya especulaba con la planificación de la salida de Lugo y "el grado de participación del vicepresidente en dichos planes".
El texto habla de algunos "actores políticos", informantes de la embajada que tienen a Franco bajo su lupa, y que señalan cómo ha llegado a un acuerdo con el general golpista Lino Oviedo para acelerar un plan de juicio político de Lugo para que el vicepresidente tome el poder con Oviedo eventualmente elegido como vicepresidente.
El informe de la embajada de Estados Unidos en Asunción hace mención al interés de algunos políticos en acortar el gobierno de Lugo.
"Persisten los rumores de que el exgeneral golpista Lino Oviedo, el expresidente Nicanor Duarte Frutos, y/o el vicepresidente Federico Franco, continúan buscando formas de reducir el plazo de Lugo", explica el cable filtrado por WikiLeaks, sin dudas seguido de cables internos de la CIA, donde las cosas se expresaban de manera mucho más cruda.
El mensaje secreto emitido por la embajada y dirigido al Departamento de Estado, también hablaba de la existencia de "tiburones políticos" que rodean al Presidente.
"Creemos que se encuentra bajo una gran presión", dice para luego abrir la posibilidad de que algunos podrían conseguir que renuncie o que enfrente un juicio político, indicaba. Esto "puede convertirse en una posibilidad cada vez mayor".
Informado diariamente de cada incidencia en las más altas esferas del poder, beneficiándose de la complicidad de cada "tiburón", le quedaba solo al mecanismo de espionaje de la embajada guiar los pasos de quien conservaba en su corazón la nostalgia del general asesino, el que gobernaba con mano de hierro.
Tomado: Granma