ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, condena el ataque perpetrado por asaltantes armados en Tomour, localidad al sureste de Níger, que acabó con la vida de 28 personas e hirió a varios centenares más. El Alto Comisionado se muestra seriamente preocupado por la seguridad de más de 30.000 personas refugiadas y desplazadas internas que habían encontrado cobijo en Tomour.
El ataque, que duró cuatro horas y empezó a las 19:00 el 12 de diciembre, ha sido reivindicado por Boko Haram. Según fuentes locales, los asaltantes destruyeron casi dos tercios de las casas en el pueblo, quemaron el mercado de Tomour hasta dejarlo reducido a cenizas y mataron a más de 1.000 cabezas de ganado. Tras el ataque, la mayoría de la población huyó al monte y solo algunas personas regresaron durante el día.
Tomour, a 14 kilómetros de la frontera con Nigeria, acoge a 20.000 refugiados nigerianos, 8.300 personas desplazadas y 3.600 personas repatriadas que todavía necesitan ayuda humanitaria.
A fecha del lunes 14 por la mañana, nuestros equipos y socios han informado sobre desplazamiento de población desde Tomour hasta Diffa, una ciudad a 100 kilómetros de distancia que acoge 46.000 personas refugiadas, solicitantes de asilo, desplazadas internas y repatriadas. Junto a socios humanitarios y autoridades locales, ACNUR está organizando cobijo de emergencia, agua, comida y apoyo médico a las comunidades afectadas. Sin embargo, las fuertes inundaciones recientes dificultan el acceso de trabajadores humanitarios a Tomour.
La región de Diffa, en el sureste de Níger, ha sido duramente golpeada por la creciente violencia extremista en la cuenca del Lago Chad, que ha forzado a cientos de miles de personas a refugiarse en la región. Durante los primeros nueve meses de este año, se han registrado más de 450 asesinatos, secuestros, actos de violencia sexual y de género, así como otros graves incidentes.
ACNUR y sus socios están proporcionado protección y asistencia humanitaria a más de 265.000 personas desplazadas por la fuerza, incluyendo a casi 130.000 refugiados y solicitantes de asilo nigerianos, 102.726 desplazados internos nigerinos y 34.324 repatriados en la región de Diffa. La pandemia de COVID-19 ha complicado aún más la respuesta, ya que muchas personas desplazadas han buscado cobijo en áreas urbanas muy pobladas donde el distanciamiento social es imposible.
A pesar de la inseguridad creciente, Níger continúa mostrando generosidad hacia las personas que huyen de la violencia en el Lago Chad y en la región del Sahel.
ACNUR hace un llamamiento para incrementar el apoyo financiero y asegurar una respuesta integral a las emergencias humanitarias en la cuenca del Lago Chad, donde 300.000 personas se han visto forzadas a huir hacia otros países por causa de la violencia mientras que otros 2,9 millones de personas han sido desplazadas dentro de su propio país. A principios de diciembre, solo el 52% de los 126.3 millones de dólares americanos que se necesitan para la operación en la región se habían recibido.
Fortalecer la capacidad en toda la región del Sahel y en la cuenca del Lago Chad sigue siendo vital para abordar eficazmente los retos de la región y dar respuesta a los movimientos de población mediante iniciativas como el Proceso de Bamako y la Declaración de Acción de Abuya, lanzadas en 2019.
Tomado: tercerainformacion