El Frente Polisario y el Gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) consideran que el respaldo del Gobierno de Pedro Sánchez a la propuesta de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental es una cesión ante el chantaje marroquí, «una desviación peligrosa, que viola la legalidad internacional», que «pretende legitimar la represión, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el saqueo de riquezas que persigue Marruecos contra el pueblo saharaui».
El gobierno saharaui ha hecho público un comunicado en el que transmiten su «enorme asombro» ante la decisión del Gobierno de España. En primer lugar, la RASD apunta al incumplimiento de la legalidad internacional que supone, yendo en contra de las posiciones establecidas por Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea y varias jurisdicciones de derecho internacional, que siempre han calificado la ocupación marroquí como ilegal. El gobierno saharaui apunta a la responsabilidad directa de España en la cuestión, como ex metrópoli y responsable de su proceso de descolonización según los tratados internacionales.
«La posición emitida en ambas declaraciones carece de credibilidad, seriedad, responsabilidad y realismo», apunta el gobierno de la RASD en este sentido, recalcando que «se produce en un contexto caracterizado por la gravedad que atraviesa el conflicto del Sáhara Occidental tras la reanudación de la guerra en noviembre de 2020, y el estado de tensión en la zona por la continuación del Reino de Marruecos de sus políticas expansionistas y planes para azotar la seguridad y estabilidad de la región».
Chantaje marroquí
Para la RASD, la única explicación posible de este sorpresivo cambio de posición no puede ser otra que el chantaje de Rabat. «Desgraciadamente, en lugar de que Madrid pretendiera restablecer sus relaciones bilaterales con su vecino del sur sobre bases correctas y sólidas, optó por someterse, una vez más, al chantaje marroquí», asegura en su comunicado.
El gobierno saharaui hace alusión además a los peligros que establece Madrid al adoptar por completo las tesis marroquíes, no dando por buena únicamente la anexión del territorio saharaui, sino que haciendo referencia a la «integridas territorial», un argumento en línea con las aspiraciones expansionistas de marruecos que genera graves conflictos con otros países vecinos como Argelia o Mauritania.
Para la RASD, el nuevo posicionamiento afecta de forma muy negativa a cualquier posible rol de España en la solución del conflicto de descolonización en el Sáhara Occidental, y los esfuerzos actuales para reactivar y revitalizar el proceso de paz por parte de las Naciones Unidas. Sin embargo, apunta a su responsabilidad como antigua metrópoli del territorio, planteando que no puede «no puede desligarse unilateralmente de sus responsabilidades jurídicas frente al Sáhara Occidental y su pueblo, ya que es la potencia administradora del territorio pendiente de descolonización».
Tomado: tercerainformacion