La Asamblea Legislativa de El Salvador ha aprobado este domingo el establecimiento de un régimen de excepción por un periodo de 30 días, para hacer frente a la ola de violencia que abate al país centroamericano. La decisión llega ante la brutal ola de violencia que sacude el país, con centenares de asesinatos en los enfrentamientos entre la maras, bandas de crimen organizado con una amplia implantación en toda Centroamérica, que azotan especialmente a El Salvador.
La decisión se toma tras la solicitud del presidente Nayib Bukele, que elevó la petición al Parlamente (en el que cuenta con una holgada mayoría) tras varias jornadas con decenas de asesinatos en las calles. “Aprobamos la solicitud del presidente Nayib Bukele, en el sentido se decrete Régimen de Excepción para afrontar las graves perturbaciones al orden público”, apuntaban portavoces del legislativo tras la votación.
La decisión contó con el beneplácito de 67 diputados, de la bancada del presidente Nuevas Ideas y sus socios de gobierno, pero sin el apoyo de las principales fuerzas de oposición, el izquierdista Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), y la derechista ARENA.
Los diputados del FMLN se abstuvieron, criticando una vez más la deriva autoritaria de Bukele, mientras ARENA contó con el desmarque del diputado René Portillo Cuadra, que rompió la disciplina de voto para secundar la petición del mandatario en la Asamblea.
Bukele llegó al poder en junio de 2019 con la promesa de acabar con la violencia de las bandas criminales organizadas «cortando las comunicaciones en las prisiones, reduciendo las extorsiones y deteniendo a quienes les financian». Sin embargo, tres años después y tras tomar decisiones tan controvertidas como la aprobación del uso de fuerza letal por las fuerzas de seguridad contra cualquier sospechos de pertenecer a una mara en 2020, o los sucesivos recortes de derechos civiles, el problema, lejos de contenerse, parece agravarse.
La respuesta de Bukele parece ser una constante fuga autoritaria, con el progresivo recorte de derechos fundamentales. De esta forma, Bukele solicitó el sábado al Parlamento decretar de manera urgente el régimen de excepción, el cual puede aplicarse en caso de guerra, invasión, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia y otra calamidad general o de graves perturbaciones del orden público.
En este sentido, el régimen de excepción establece la suspensión durante 30 días de “las garantías constitucionales contempladas en los artículos 7, 12, 13 y 24 de la Carta Magna”, en palabras de la propia mesa de la Asamblea. Es decir, el derecho de reunión, la libertad de asociación, el derecho de defensa, el plazo de detención administrativa, así como la inviolabilidad de la correspondencia y telecomunicaciones. Con el decreto también se autoriza todo tipo de detenciones sin orden ni control judicial.
La Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador reportó que el sábado fue el día más violento de la historia reciente del país tras haberse registrado un total de 62 asesinatos, en el marco de una escalada violenta que dio inicio el viernes pasado.
Tomado: tercerainformacion