Exfuncionarios de inteligencia de Estados Unidos estiman injustificada la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo y argumentaron que tal decisión solo responde a intereses políticos de Washington con respecto a la isla.
Personas que estuvieron relacionadas con el diseño de la política hacia la nación caribeña, tanto en las administraciones republicanas como demócratas, alegaron además cómo la “posición de consenso” en la comunidad de inteligencia estadounidense, coincide en que la nación no patrocina el terrorismo.
El exoficial de Inteligencia Nacional para América Latina, Fulton Armstrong, describió la designación como “falsa”, durante una entrevista con la cadena de noticias NBC News.
Por su parte, Larry Wilkerson, quien se desempeñó como jefe de gabinete del entonces secretario de Estado, Colin Powell, durante la administración del exmandatario George W. Bush (2001-2009), sentenció que el país caribeño no es un estado patrocinador del terrorismo.
“Es una ficción que hemos creado para reforzar la lógica del bloqueo”, reconoció.
La inclusión de Cuba, además de injustificada, daña los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos, consideró también Ben Rhodes, quien fuera asesor adjunto de Seguridad Nacional del expresidente Barack Obama (2009-2017).
Rhodes declaró a NBC News que usar esa designación para fines puramente políticos de Estados Unidos con respecto a Cuba, está mal y deslegitima el propósito de la norma, diseñada para castigar a quienes Washington apunta como supuestos defensores del terrorismo.
Mientras, el profesor en la Universidad Americana de Washington, William LeoGrande, estimó que la adición de la isla caribeña a esa relación, es irónica viniendo de un país que sí realiza ataques contra la isla.
“En la década de 1960, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) patrocinó intentos de asesinato, sabotaje y redadas paramilitares contra Cuba, lo que hoy se llamaría terrorismo patrocinado por el Estado, y los exiliados cubanos entrenados por esa organización continuaron con los ataques durante las próximas décadas”, recordó.
Washington eliminó a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo en 2015 durante la administración de Barack Obama, en la que estuvo desde 1982, pero la administración de Donald Trump la volvió a incluir nueve días antes de que concluyera su mandato.
En ese entonces, la Casa Blanca alegó que La Habana brindaba asilo a los líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, a quienes se les había ofrecido refugio seguro como parte de las negociaciones de paz con el gobierno del país suramericano, facilitadas por Cuba y Noruega, y respaldadas por el gobierno de Obama y el Vaticano.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, manifestó el miércoles último que la designación de Cuba como nación patrocinadora del terrorismo, eleva el riesgo país e implica, por ejemplo, pagar entre un tercio más o el doble para adquirir suministros por cualquier mercancía.
Afirmó que los pocos proveedores que han decidido mantener relaciones con el territorio antillano incrementaron los precios, y a la par, Estados Unidos aplica medidas de intimidación y persecución contra las empresas suministradoras de combustible.
Tomado: tercerainformacion