La fecha, celebrada en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con la participación de la Unesco, exige mantener una fuerte movilización política en torno a la educación y trazar el camino para traducir los compromisos y las iniciativas mundiales en acción.
Por ello, la jornada encabezada por el secretario general de la ONU, António Guterres, y la directora de la Unesco, Audrey Azoulay, pone en el centro de atención la situación de las afganas tras el retorno al poder de los talibanes.
Un informe divulgado por ambas entidades reconoce el contexto en Afganistán como una de las crisis más difíciles de la actualidad, en particular, por la privación del acceso a las aulas.
Desde el cambio político en Kabul en agosto de 2021, la enseñanza más allá del nivel primario está suspendida indefinidamente para todas las afganas mayores de 12 años.
Esto significa que el 80 por ciento (2,5 millones) de las menores y jóvenes en edad escolar no tienen acceso a las escuelas, mientras que casi el 30 por ciento de las niñas nunca han ingresado a la educación primaria, estima la Unesco.
La reciente decisión de suspender el acceso de las mujeres a las universidades, hasta nuevo aviso, ha afectado a más de 100 mil estudiantes que asistían a casas de altos estudios, lo que pone en peligro los logros alcanzados en los últimos veinte años.
Antes de estas prohibiciones, una de cada tres mujeres jóvenes estaba matriculada en universidades y aumentó casi 20 veces las que accedían al nivel superior.
De acuerdo con ONU, la educación debe ser una prioridad para acelerar el progreso hacia todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el contexto de una recesión global, desigualdades crecientes y la crisis climática.
Tomado: tercerainformacion