El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados denunció en un comunicado la cita, celebrada anoche, así como las posiciones y consignas a anunciadas por los sectores más radicales de ese país.
La Cancillería afirmó que el conclave revela, una vez más, el verdadero rostro de la derecha israelí en el poder, “su hostilidad a la paz y su adhesión a la ocupación, al colonialismo y al apartheid”. Responsabilizamos directamente al gobierno israelí, encabezado por Benjamin Netanyahu, de tales llamamientos incendiarios, advirtió.
Las declaraciones para atacar a la población civil, sus tierras, propiedades y lugares sagrados reflejan las verdaderas intenciones de Israel de completar la guerra de exterminio en Gaza e imponer una inmigración forzosa, subrayó.
Ante esa situación, llamó a la comunidad internacional, y en especial a Estados Unidos, a ejercer “una presión real sobre Netanyahu para frenar estas prácticas provocadoras”.
Miles de radicales se dieron cita en el Centro Internacional de Convenciones de Jerusalén para reclamar la recolonización de Gaza y la expulsión de 2,3 millones de palestinos que allí viven.
Entre los asistentes estaban los ministros de Finanzas, Bezalel Smotrich, y de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, conocidos por sus posturas ultraderechistas y extremistas.
Ya es hora de regresar a casa en Gush Katif, afirmó Ben Gvir en alusión al bloque de colonias evacuado en ese territorio en 2005.
Junto con seis diputados de la coalición en el poder, ambos funcionarios rubricaron el llamado “Pacto de Victoria y Renovación de Asentamientos”, un documento que compromete a los firmantes a hacer “crecer los asentamientos judíos llenos de vida” en Gaza.
También el titular de Comunicaciones, Shlomo Karhi, llamó a levantar las colonias allí y “alentar la emigración voluntaria” de los palestinos.
Tomado: Tercerainformacion