Según explica el servicio de prensa de la OTAN, citado por la agencia rusa Interfax, los simulacros se prolongarán hasta el próximo 9 de noviembre y en ellos tomarán parte un total de 6.000 efectivos, 57 aviones y helicópteros, 350 unidades de vehículos de tierra y 13 buques, incluidos dos submarinos.
Estas fuerzas se desplegarán principalmente en dos polígonos: en un centro de entrenamiento militar en la ciudad de Drawsko Pomorskie, en el noroeste de Polonia, y en la base de Adazi, ubicada cerca de la capital letona de Riga. Además, una parte de los ejercicios se llevará a cabo también en los territorios de Lituania y Estonia.
El objetivo oficial de Steadfast Jazz 2013, como se ha nombrado al despliegue de estos ejercicios estratégicos, es poner a prueba las posibilidades de mando y control, así como la actuación conjunta de la Fuerza Operativa Rápida de la OTAN ante posibles crisis militares.
«La Fuerza Operativa Rápida debe ser el motor de nuestra futura capacitación militar. Revivimos esas fuerzas para seguir siendo capaces de aprender y trabajar juntos como aliados, y también en colaboración con nuestros socios, y realizar más frecuentemente ejercicios más ambiciosos y más realistas», afirmó el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
Rusia participará en las maniobras en calidad de observador. Según ha reiterado Moscú en varias ocasiones, este evento «reaviva el espíritu de la Guerra Fría» y daña sus intereses estratégicos.
De acuerdo con el jefe de la misión diplomática de la Federación Rusa en la OTAN, Alexandr Grushkó, la transparencia de los ejercicios «no elimina las incógnitas» sobre los verdaderos objetivos de los mismos.
«Steadfast Jazz 2013, unos de los ejercicios más grandes de los últimos años, implican acciones conjuntas de las unidades de la alianza en colaboración con sus socios bajo el artículo 5 del Tratado de Washington que contempla la respuesta a un ataque contra uno de los países de la OTAN. Y todo esto está ocurriendo en una región fronteriza con Rusia, donde la amenaza de una confrontación militar es muy reducida», señaló.
«Vamos a ver cómo se desarrollan estos ejercicios, vamos a sacar conclusiones y estaremos listos para la discusión de sus resultados en el marco del Consejo Rusia-OTAN», concluyó Grushkó.
Tomado: tercerainformacion.es