Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno de ese país comienzan hoy aquí la búsqueda de soluciones al problema de las drogas ilícitas, tercer punto de seis que conforman la agenda de los diálogos.
Ambas partes llegan a este momento exactamente un año después de la instalación de la mesa de conversaciones en La Habana y luego de alcanzar consensos en los temas de desarrollo agrario y participación política.
Según prevé el acuerdo general para la terminación del conflicto firmado por la insurgencia y el ejecutivo, la discusión versará sobre los programas para sustituir los cultivos ilícitos, así como los planes de desarrollo y de recuperación ambiental de las áreas afectadas.
Además, está previsto que la mesa aborde el fenómeno de la producción y comercialización de narcóticos y otros asuntos como la prevención del consumo y la salud pública.
El líder del principal grupo armado de Colombia, Timoleón Jiménez "Timochenko", declaró recientemente que el fenómeno de la producción, comercialización y consumo de narcóticos alucinógenos no puede tratarse por la vía militar.
Esto -agregó- requiere acuerdos con la participación de la comunidad nacional e internacional y el compromiso de las grandes potencias como principales fuentes de la demanda mundial de los estupefacientes.
Como novedad, en este ciclo se incorporarán al equipo gubernamental dos mujeres, Nigeria Rentería y María Paulina Riveros, quienes reemplazan a Luis Carlos Villegas, recién designado embajador de Colombia en Estados Unidos.
Según el presidente de ese país, Juan Manuel Santos, ellas fueron nombradas más que en representación de un grupo determinado "por sus méritos y por el aporte positivo que pueden dar al proceso".
El conflicto colombiano data de 1948 y es el más longevo del continente.
Tomado: Prensa Latina