El fuego ha sido provocado por trabajadores furiosos ante los rumores de la muerte de un empleado por disparos de la Policía.
El textil, el sector más importante en el país asiático, se encuentra revolucionado tras las recientes revueltas obreras que exigen salarios dignos y mejoras laborales a las fábricas que en su mayoría exportan ropa para grandes marcas occidentales.
Una serie de accidentes mortales, como el derrumbe ocurrido en abril de un edificio que mató a más de 1.100 personas, ha sido el detonante de las movilizaciones de trabajadores y trabajadoras del sector, que mueve miles de millones de dólares al año pero cuya riqueza se queda concentrada en muy pocos bolsillos.
En el incendio de este viernes, que ha destruido un edificio de 10 plantas en Gazipur, a 40 kilómetros de la capital, Dacca, no ha habido muertos.
Un fotógrafo de Reuters en el lugar ha relatado que la ropa quemada estaba desparramada por el suelo con nombres de marcas como las de las cadenas estadounidenses American Eagle Outfitters, Gap o Wal-Mart Stores. También había ropa de otros marcas como Marks and Spencer, Sears Canada o Fast Retailing Uniqlo.
La fábrica era una de las diez mayores del país, según Mohamad Atiqul Islam, presidente de la asociación textil de Bangladesh.
Unos 18.000 empleados trabajaban en la fábrica, ha indicado a Reuters su dueño, Mosharraf Hossain. Sin embargo, la mayoría había abandonado el complejo poco antes de que comenzase el fuego.
La última serie de incidentes en Bangladesh han destapado la explotación laboral a la que son sometidos los obreros tanto por empresas locales como occidentales, así como la complicidad del Gobierno del país que durante décadas ha permitido la vulneración reiterada de derechos.
Tomado: LibreRed