Una tienda de campaña sirve al presidente Barack Obama para evitar ser víctima de la misma práctica que Estados Unidos mantiene contra líderes mundiales: las escuchas ilegales y el espionaje. Durante sus viajes al exterior, en la habitación del hotel donde se aloje, el mandatario se guarece en una tienda especial para leer documentos confidenciales y efectuar conversaciones telefónicas sensibles, revela este domingo el diario estadounidense The New York Times.
El ingenio dispone de un recubrimiento que evade la filmación con cámaras ocultas y mitiga los ruidos que pudieran filtrarse al exterior, detalla.
El servicio secreto presidencial y de otros altos funcionarios recurre a esta práctica incluso durante visitas a países aliados de Washington como Israel, que cuenta con algunos de los programas informáticos de espionaje más sofisticados del mundo, agrega.
De acuerdo con la fuente, el Ejecutivo usa asimismo un teléfono móvil especial que encripta las transmisiones.
Altos miembros del gobierno, diplomáticos o militares, también se trasladan al exterior con tiendas similares para evitar el espionaje, a pesar de lo costoso y engorroso de estas medidas, apunta.
Las revelaciones coinciden con el escándalo originado por las revelaciones del exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Edward Snowden, quien denunció la intercepción de teléfonos de la canciller alemana, Ángela Merkel y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, entre otros líderes, por parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos.
Las informaciones filtradas por Snowden dan cuenta de la escucha ilegal de las comunicaciones del presidente de México, Enrique Peña Nieto, y de millones de llamadas telefónicas en Francia y España.
Tal situación mantiene en aprietos a la administración Obama que intenta justificar sus acciones contra gobernantes de naciones consideradas aliadas.
Casi seis de 10 estadounidenses rechazan el programa de espionaje a líderes mundiales de Washington, reveló el lunes pasado una encuesta del Centro de Investigaciones Pew.
El servicio secreto presidencial y de otros altos funcionarios recurre a esta práctica incluso durante visitas a países aliados de Washington como Israel, que cuenta con algunos de los programas informáticos de espionaje más sofisticados del mundo, agrega.
De acuerdo con la fuente, el Ejecutivo usa asimismo un teléfono móvil especial que encripta las transmisiones.
Altos miembros del gobierno, diplomáticos o militares, también se trasladan al exterior con tiendas similares para evitar el espionaje, a pesar de lo costoso y engorroso de estas medidas, apunta.
Las revelaciones coinciden con el escándalo originado por las revelaciones del exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Edward Snowden, quien denunció la intercepción de teléfonos de la canciller alemana, Ángela Merkel y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, entre otros líderes, por parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos.
Las informaciones filtradas por Snowden dan cuenta de la escucha ilegal de las comunicaciones del presidente de México, Enrique Peña Nieto, y de millones de llamadas telefónicas en Francia y España.
Tal situación mantiene en aprietos a la administración Obama que intenta justificar sus acciones contra gobernantes de naciones consideradas aliadas.
Casi seis de 10 estadounidenses rechazan el programa de espionaje a líderes mundiales de Washington, reveló el lunes pasado una encuesta del Centro de Investigaciones Pew.
Tomado: matrizur.org