En octubre de este año la revista mexicana Proceso sostenía, basándose en entrevistas con tres exagentes de inteligencia estadounidenses, que la CIA había asesinado al agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena en 1985 después de que descubriera un plan para financiar con fondos ilícitos a los Contras, un grupo insurgente nicaragüense que, según la Corte Internacional de Justicia, fue entrenado, armado y financiado por EE.UU., principalmente a través de la CIA.
Hace dos semanas la revista mexicana ofrecía aún más detalles por medio de una entrevista con Tosh Plumlee, expiloto de la CIA. Plumlee se refería a las supuestas conexiones entre la CIA y Rafael Caro Quintero, miembro del cartel de Guadalajara y condenado en 1985 a 40 años de prisión en México por ser el autor intelectual del asesinato de Camarena. Recordemos que en agosto de este año, cuando le faltaban por cumplir 12 años de cárcel, Caro Quintero fue puesto en libertad. Actualmente, se encuentra en busca y captura. Sin embargo, hay poca documentación que respalde la participación directa de la CIA en ese asesinato y las declaraciones de las fuentes no son sólidas, según la organización de investigación especializada en crimen organizado en América Latina ’InSight Crime’. Un nuevo protagonista ‘InSight Crime’ subraya que “el verdadero protagonista de esta historia es el narcotraficante hondureño Matta Ballesteros y su empresa SETCO”. Según la organización estos son “los únicos vínculos que se establecen formalmente entre el cártel de Guadalajara y la CIA”.
‘InSight Crime’ destaca que Matta Ballesteros fue un capo muy temido en los 70 que, entre otras cosas, se convirtió en un puente clave entre el cártel de Guadalajara y el de Medellín, que compró grandes extensiones de tierra y creó empresas en Honduras, entre ellas la compañía aérea SETCO, que hacía envíos para el Departamento de Estado de EE.UU. y la CIA, según un informe del Congreso de 1988. El informe afirma que las agencias de inteligencia estadounidenses tenían conocimiento del papel de SETCO en el tráfico de drogas.
“Un libro de contabilidad del informe muestra que el Departamento de Estado pagó 185.924 dólares a SETCO entre enero y agosto de 1986, un año después del asesinato de Camarena y que Matta Ballesteros fuese declarado sospechoso del caso”, publica ‘InSight Crime’.
La organización destaca que a finales de los 80 Matta Ballesteros disfrutó de una vida muy pública en Honduras a pesar de la orden internacional de detención que pesaba sobre él y que sus contactos empresariales y políticos asistían a fiestas en su lujosa mansión.
Un final irónico
En abril de 1988 oficiales del ejército hondureño y agentes norteamericanos lo capturaron y trasladaron a EE.UU., donde lo acusaron oficialmente del secuestro y asesinato de Camarena. Matta Ballesteros fue finalmente condenado a cadena perpetua en una prisión de EE.UU. donde permanece hasta la actualidad.
“Dejando las teorías conspirativas al margen, se demuestra una conexión indirecta entre la CIA y el cártel de Guadalajara a través de Matta Ballesteros y, posiblemente, una conexión más directa a través de la policía mexicana”, sentencia ‘InSight Crime’.
Tomado: tercerainformacion