De acuerdo con los datos de los que dispone el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), estos residuos fueron sumergidos en la llamada Fosa Atlántica por varios países europeos, incluyendo el Reino Unido, Bélgica, Francia, Holanda, Alemania, Suecia, Suiza e Italia, entre los años 1949 y 1982. Los residuos tóxicos en bidones de acero y hormigón fueron arrojados en cerca de 30 lugares diferentes de esta zona del océano.
El secretario de la Organización Marítima Internacional, por su parte, aseguró hace unos años que no considera el control de los residuos tóxicos en la Fosa Atlántica como "una línea prioritaria" de la política de la entidad, ya que la OIEA los califica como residuos de baja actividad. (RT)
Tomado: Granma