viernes, 17 de enero de 2020

Semblanza de un comandante guerrillero



JJ es considerado el único comandante del frente urbano Manuel Cepeda Vargas, (antes existía la red urbana de Cali), nacido en el seno de una familia humilde, en el municipio de Piedecuesta, Santander, quienes derivaban su sustento de la fabricación y venta de veladoras.

Estudio en la normal de Piedecuesta y se convirtió en maestro de escuela, su formación profesional la realizó en la Universidad Industrial de Santander, donde se graduó de matemático, las ideologías que recorrían el mundo, muy pronto le fueron planteando interrogantes, lo que lo llevaron siendo un adolescente a participar activamente del paro nacional del 13 de septiembre de 1977, en ese momento comprendió la importancia de las movilizaciones, enfocadas en un mismo objetivo, como son los cambios sociales y políticos, cambios que no se dieron con el supuesto fin del Frente Nacional.

Su ingreso a la guerrilla lo hizo motivado por los cambios que recorrían el mundo y Colombia no era la excepción, sus primeras lecturas lo acercaron a los clásicos; el marxismo y leninismo, le marcaron la dirección, las FARC se aproximó a su pensamiento y marcó su ingreso a los que sería su lucha.

Fue justamente su ingreso a la UIS, la que definió su militancia y el giro que le daría a su vida y a su quehacer político. En ese momento, Jacobo Arenas había planteado la necesidad de ingresar a las ciudades, no solo copando algunos sindicatos u organizaciones sociales o grupos estudiantiles, sino de forma más decidida, trasladar la lucha del campo a la ciudad, solo de esa forma se llegaría a la toma de las ciudades capitales y la insurrección popular sería el siguiente paso (plan a 8 años).

Su ingreso a la guerrilla fue similar al de cualquier otro militante que ingresa siendo urbano, las primeras subidas al monte como se llamaba coloquialmente se hacía en época de vacaciones, allí se recibían cursos militares, realizó algunos en la Uribe (Meta), encontró afinidad con Jacobo por sus orígenes santandereanos, quien lo comisionó para participar en lo que sería la primera acción armada donde participaría, en el municipio de San Vicente de Chucurí, con muy poca experiencia sobre todo en la marcha y en el manejo de armas y con muy poco tiempo para planear, se lograron los objetivos, lo que motivo su permanencia.

Para esa época se iniciaron los diálogos con el gobierno de Betancur (1982-1986), donde surge el partido Unión patriótica, entusiasmado con la idea de consolidar un partido, que este se convertiría en la opción de llegar al poder, inscribió su nombre para participar en el consejo de su pueblo, Piedecuesta, muy pronto empezaron a aparecer amenazas y seguimiento que terminaron con la desaparición de su hermano, lo que obligaron a la clandestinidad.

Comprometido con la causa, como se ha llamado coloquialmente la lucha guerrillera, entendiendo que el lugar donde se tenía que definir la lucha era la ciudad, decidió quedarse e iniciar la participación en la conformación de los primeros núcleos armados que se estaban formando en algunas ciudades, entre ellas, Bucaramanga, Cali, Bogotá y Medellin.

Chucho como se le conocía en esa época llegó a Bogotá en 1988, comisionado por Jacobo y en compañía de otros santandereanos, quienes se proponen organizar una incipiente red urbana, que existía en ese momento, pero que su accionar se limitaba a charlas, revueltas universitarias, participar en marchas, con pocas acciones armadas. Todo esto se coordinaba en las cafeterías, 3 0 4 guerrilleros se reunían en forma clandestina, por ello, en algunos círculos se dio por llamar a los guerrilleros urbanos; guerrilleros de cafetería.    

A medida que la red urbana fue creciendo, se incrementó más su presencia en las zonas periféricas y sus acciones militares, donde a veces participaban algunos frentes cercanos, es decir, se empezó a delinear el cerco a las ciudades y la toma como objetivo principal. Es en este momento cuando el Estado decide acabar con todo lo que le representara izquierda, legal o ilegal, esta época está marcada por un gran número de desaparecidos, torturas y encarcelamientos.

El constante asedio a la red urbana y luego de varios intentos de desaparición forzada, por organismos del Estado, Chucho toma la decisión de viajar a Cali, a su llegada a Cali, siguió su oficio como educador, que fue combinando con su militancia en la red urbana, tiempo después se iba a llamar frente urbano Manuel Cepeda y sería él comandante.

La presencia abierta de las FARC-EP en algunos sectores, da paso a la más feroz persecución en contra de la red urbana, según informaron los medios el 5 de agosto de1996, quedo desmantelada la red urbana, con la captura de varios integrantes, entre ellos quien fuera el comandante.

Sobre este episodio y la captura de Chucho se utilizó un despliegue militar, en ese momento operaba el bloque de búsqueda, donde participaron más de 300 efectivos, dotados con armamento de punta y lo más insólito un helicóptero parqueado en frente de su casa, de donde fue sacado a rastras y montado, para dirigirlo a la tercera brigada donde fue torturado y luego presentando ante un juez. 

Luego de un año en la cárcel, donde intentaron desaparecerlo, salió libre, sin que siquiera le dijeran cuales eran los delitos por los que se le acusaban, tiempo después, los frentes urbanos van sufriendo una transformación y es así, como estos empiezan a operar desde las montañas, hacia las ciudades, ahora Chucho se hace llamar JJ, e inicia la toma a las ciudades, con operaciones armadas, que llegaron hasta el centro de Cali, con la toma a la asamblea del Valle, como un plan estratégico propuesto por el secretariado para propiciar el canje.

Sin duda JJ, fue uno de los pocos que logró la toma de las ciudades como se había propuesto en la VIII, conferencia guerrillera, su visión de la guerra, lo colocan como un estratega, convencido que la guerra no podía durar por tiempo indefinido, por lo que era necesaria la situación insurreccional, donde las masas tomarían el lugar que les corresponde en la historia.

JJ, muere en 2007, en combates con el ejército, operativo que no había sido posible sin la infiltración o la traición de algunos de los hombres de ese frente, para los medios, fue el gran operativo y mayor golpe que el ejército hasta ese momento le propinaba a las FARC, tiempo después en 2013 (Washington Post, 22, 12), se conoció que la CIA, estuvo detrás de este operativo y el de los demás altos mandos de la guerrilla.

La muerte de JJ, significó consolidar una estrategia militar diseñada desde Washington, en contra de las FARC, demostró el temor del Estado y la incapacidad de resolver los problemas domésticos sin la ayuda de los gringos. Para la FARC fue un muerto más, del cual no se hizo mención en tiempos de guerra, por ser una derrota militar, ahora en los nuevos tiempos no se menciona, porque, la dirigencia del partido, cree que con ello se borra, los años de lucha armada, olvidando que el presente se construye sobre las bases de la historia. JJ, fue uno de los tantos que dieron la vida por la causa, que no es la misma que se firmó en los acuerdos de paz. Para su familia fue una gran pérdida.

Hoy 17 de enero JJ, debería estar celebrando, su cumpleaños 60, su temprana muerte, lo colocan en el lugar de los forjadores de la historia de Colombia, de los que no se conformaron con su realidad y la quisieron cambiar, ejemplo de dignidad y coraje.

Su legado permanecerá por siempre en todos los luchadores de una causa justa, porque morir por la patria y la causa es un honor.