JJ es considerado el
único comandante del frente urbano Manuel Cepeda Vargas, (antes existía la red
urbana de Cali), nacido en el seno de una familia humilde, en el municipio de
Piedecuesta, Santander, quienes derivaban su sustento de la fabricación y venta
de veladoras.
Estudio en la normal de
Piedecuesta y se convirtió en maestro de escuela, su formación profesional la
realizó en la Universidad Industrial de Santander, donde se graduó de
matemático, las ideologías que recorrían el mundo, muy pronto le fueron
planteando interrogantes, lo que lo llevaron siendo un adolescente a participar
activamente del paro nacional del 13 de septiembre de 1977, en ese momento
comprendió la importancia de las movilizaciones, enfocadas en un mismo
objetivo, como son los cambios sociales y políticos, cambios que no se dieron
con el supuesto fin del Frente Nacional.
Su ingreso a la guerrilla
lo hizo motivado por los cambios que recorrían el mundo y Colombia no era la
excepción, sus primeras lecturas lo acercaron a los clásicos; el marxismo y
leninismo, le marcaron la dirección, las FARC se aproximó a su pensamiento y
marcó su ingreso a los que sería su lucha.
Fue justamente su ingreso
a la UIS, la que definió su militancia y el giro que le daría a su vida y a su
quehacer político. En ese momento, Jacobo Arenas había planteado la necesidad
de ingresar a las ciudades, no solo copando algunos sindicatos u organizaciones
sociales o grupos estudiantiles, sino de forma más decidida, trasladar la lucha
del campo a la ciudad, solo de esa forma se llegaría a la toma de las ciudades
capitales y la insurrección popular sería el siguiente paso (plan a 8 años).
Su ingreso a la guerrilla
fue similar al de cualquier otro militante que ingresa siendo urbano, las
primeras subidas al monte como se llamaba coloquialmente se hacía en época de
vacaciones, allí se recibían cursos militares, realizó algunos en la Uribe
(Meta), encontró afinidad con Jacobo por sus orígenes santandereanos, quien lo
comisionó para participar en lo que sería la primera acción armada donde
participaría, en el municipio de San Vicente de Chucurí, con muy poca
experiencia sobre todo en la marcha y en el manejo de armas y con muy poco
tiempo para planear, se lograron los objetivos, lo que motivo su permanencia.
Para esa época se
iniciaron los diálogos con el gobierno de Betancur (1982-1986), donde surge el
partido Unión patriótica, entusiasmado con la idea de consolidar un partido,
que este se convertiría en la opción de llegar al poder, inscribió su nombre
para participar en el consejo de su pueblo, Piedecuesta, muy pronto empezaron a
aparecer amenazas y seguimiento que terminaron con la desaparición de su
hermano, lo que obligaron a la clandestinidad.
Comprometido con la
causa, como se ha llamado coloquialmente la lucha guerrillera, entendiendo que
el lugar donde se tenía que definir la lucha era la ciudad, decidió quedarse e
iniciar la participación en la conformación de los primeros núcleos armados que
se estaban formando en algunas ciudades, entre ellas, Bucaramanga, Cali, Bogotá
y Medellin.
Chucho como se le conocía
en esa época llegó a Bogotá en 1988, comisionado por Jacobo y en compañía de
otros santandereanos, quienes se proponen organizar una incipiente red urbana,
que existía en ese momento, pero que su accionar se limitaba a charlas, revueltas
universitarias, participar en marchas, con pocas acciones armadas. Todo esto se
coordinaba en las cafeterías, 3 0 4 guerrilleros se reunían en forma
clandestina, por ello, en algunos círculos se dio por llamar a los guerrilleros
urbanos; guerrilleros de cafetería.
A medida que la red
urbana fue creciendo, se incrementó más su presencia en las zonas periféricas y
sus acciones militares, donde a veces participaban algunos frentes cercanos, es
decir, se empezó a delinear el cerco a las ciudades y la toma como objetivo
principal. Es en este momento cuando el Estado decide acabar con todo lo que le
representara izquierda, legal o ilegal, esta época está marcada por un gran
número de desaparecidos, torturas y encarcelamientos.
El constante asedio a la
red urbana y luego de varios intentos de desaparición forzada, por organismos
del Estado, Chucho toma la decisión de viajar a Cali, a su llegada a Cali,
siguió su oficio como educador, que fue combinando con su militancia en la red
urbana, tiempo después se iba a llamar frente urbano Manuel Cepeda y sería él
comandante.
La presencia abierta de
las FARC-EP en algunos sectores, da paso a la más feroz persecución en contra
de la red urbana, según informaron los medios el 5 de agosto de1996, quedo
desmantelada la red urbana, con la captura de varios integrantes, entre ellos
quien fuera el comandante.
Sobre este episodio y la
captura de Chucho se utilizó un despliegue militar, en ese momento operaba el
bloque de búsqueda, donde participaron más de 300 efectivos, dotados con
armamento de punta y lo más insólito un helicóptero parqueado en frente de su
casa, de donde fue sacado a rastras y montado, para dirigirlo a la tercera
brigada donde fue torturado y luego presentando ante un juez.
Luego de un año en la cárcel,
donde intentaron desaparecerlo, salió libre, sin que siquiera le dijeran cuales
eran los delitos por los que se le acusaban, tiempo después, los frentes
urbanos van sufriendo una transformación y es así, como estos empiezan a operar
desde las montañas, hacia las ciudades, ahora Chucho se hace llamar JJ, e
inicia la toma a las ciudades, con operaciones armadas, que llegaron hasta el
centro de Cali, con la toma a la asamblea del Valle, como un plan estratégico
propuesto por el secretariado para propiciar el canje.
Sin duda JJ, fue uno de
los pocos que logró la toma de las ciudades como se había propuesto en la VIII,
conferencia guerrillera, su visión de la guerra, lo colocan como un estratega,
convencido que la guerra no podía durar por tiempo indefinido, por lo que era
necesaria la situación insurreccional, donde las masas tomarían el lugar que
les corresponde en la historia.
JJ, muere en 2007, en
combates con el ejército, operativo que no había sido posible sin la
infiltración o la traición de algunos de los hombres de ese frente, para los
medios, fue el gran operativo y mayor golpe que el ejército hasta ese momento
le propinaba a las FARC, tiempo después en 2013 (Washington Post, 22, 12), se
conoció que la CIA, estuvo detrás de este operativo y el de los demás altos
mandos de la guerrilla.
La muerte de JJ, significó
consolidar una estrategia militar diseñada desde Washington, en contra de las
FARC, demostró el temor del Estado y la incapacidad de resolver los problemas
domésticos sin la ayuda de los gringos. Para la FARC fue un muerto más, del
cual no se hizo mención en tiempos de guerra, por ser una derrota militar,
ahora en los nuevos tiempos no se menciona, porque, la dirigencia del partido,
cree que con ello se borra, los años de lucha armada, olvidando que el presente
se construye sobre las bases de la historia. JJ, fue uno de los tantos que
dieron la vida por la causa, que no es la misma que se firmó en los acuerdos de
paz. Para su familia fue una gran pérdida.
Hoy 17 de enero JJ,
debería estar celebrando, su cumpleaños 60, su temprana muerte, lo colocan en
el lugar de los forjadores de la historia de Colombia, de los que no se
conformaron con su realidad y la quisieron cambiar, ejemplo de dignidad y
coraje.
Su legado permanecerá por
siempre en todos los luchadores de una causa justa, porque morir por la patria
y la causa es un honor.