lunes, 9 de noviembre de 2020

La intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos amenaza a las comunidades más vulnerables de África

 Johannesburgo, 9 de noviembre de 2020-. Los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, inundaciones y lluvias intensas, están aumentando en intensidad, frecuencia y gravedad en muchas partes de África, amenazando gravemente la salud humana, la seguridad alimentaria, la paz y la biodiversidad.

Así lo revela el informe publicado hoy por Greenpeace África y la Unidad Científica de Greenpeace, Weathering the Storm: Extreme Weather and Climate Change in Africa (‘Enfrentar la tormenta: clima extremo y cambio climático en África’), que asegura que el clima en África subsahariana se ha vuelto más extremo e impredecible en el siglo XXI, una tendencia que la comunidad científica prevé que se intensifique en las próximas décadas.

El informe explora la relación entre los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático en África y recopila toda la información científica que demuestra cómo la crisis climática se puede estar descontrolando en el continente, incluidas las olas de calor extremas irregulares, inundaciones, sequías y ciclones a una escala hasta ahora desconocida. Los impactos relacionados con el clima a menudo afectan de manera desproporcionada a las comunidades más pobres porque están menos equipadas para hacer frente a los cambios y adaptarse a ellos.

“La ciencia muestra que hay muy poco de natural en los desastres que azotan nuestro continente. Una crisis provocada por el ser humano requiere una solución creada por el ser humano. África es la cuna de la humanidad y será la cuna de la acción climática para nuestro futuro. La salud, la seguridad, la paz y la justicia no se lograrán sólo mediante oraciones y sacos de arroz y maíz después de un desastre. Los líderes africanos deben declarar una emergencia climática para preservar nuestro futuro colectivo”, ha declarado Melita Steele, directora de programas de Greenpeace África.

Los hallazgos clave del informe incluyen:

  • Se prevé que las temperaturas medias futuras en África aumenten a un ritmo más rápido que el promedio mundial en todos los escenarios de calentamiento [1].
  • Se prevé que el aumento de la temperatura media anual para gran parte de África supere los 2 ℃ o se sitúe dentro del rango de 3 ℃ a 6 ℃ para finales del siglo XXI si continúan las altas emisiones, de dos a cuatro veces más que el objetivo establecido en el Acuerdo de París.
  • Es probable que el aumento de la temperatura provoque muertes, desplazamientos, conflictos relacionados con el clima, lluvias irregulares, escasez de agua potable, obstrucción de la producción agrícola y extinción acelerada de especies africanas endémicas.
  • Se espera que aumente la frecuencia, intensidad y duración de los eventos de calor extremo, siguiendo las tendencias ya observadas en el sur, este y norte de África.

Ndoni Mcunu, científica experta en clima, fundadora de Black Women in Science y coautora del informe, ha señalado: “Es necesario que haya una mejor incorporación de los conocimientos indígenas en las evidencias científicas sobre eventos climáticos extremos en África. Los países africanos deben asumir un mayor liderazgo en el desarrollo de nuevas bases de datos y modelos en lugar de depender de países fuera del continente. Esto asegurará una mejor comunicación, planificación y proyectos futuros de eventos. El acceso a la información debe proporcionarse a nivel comunitario”.

Por su parte, la directora de la Asociación de Mujeres y Pueblos Indígenas de Chad (AFPAT), Hindou Oumarou Ibrahim, ha declarado que “en los últimos 50 años, ya hemos experimentado un calentamiento de 1,5 ° C, muy por encima del promedio mundial. En el Sahel, el cambio climático ha destruido nuestras cosechas, nuestros hogares y separado a las familias a través de la migración forzada. Pero África no es solo el escenario donde se producirán los peores impactos climáticos; es un continente de millones de personas decididas a detener el cambio climático, a alejarse de los combustibles fósiles, que se pondrán de pie para proteger nuestros bosques y nuestra biodiversidad de la agricultura industrial”.

También la activista ugandesa por el clima Vanessa Nakate se ha manifestado en relación a este informe: “He visto que el cambio climático afecta de manera desproporcionada a las personas de mi comunidad, de mi país y del continente africano. Es desastroso para la agricultura, que es clave para nuestra supervivencia; nuestros medios de vida están en peligro y todo se pierde por las inundaciones, las sequías y las olas de calor. Líderes: ustedes tienen que despertar, escuchar la ciencia, afrontar la emergencia climática y acabar con la inseguridad alimentaria e hídrica, con la violencia y con la desigualdad de género que está provocando el cambio climático”.

Notas:

[1] Véase la página 14 del informe.

Tomado: tercerainformacion