Se espera que miles de simpatizantes de Trump —incluidos miembros de los grupos Women for America First, StoptheSteal, Proud Boys y otros partidarios de teorías de conspiración, así como milicias de derechas— desde diversas partes de Estados Unidos lleguen mañana miércoles a Washington D.C., la capital, para respaldar al presidente republicano en su denuncia, sin pruebas, de haber sido víctima de fraude en las elecciones del 3 de noviembre.
La inminente congregación ha generado temores de una nueva ola de violencia, después de que, en la marcha pro-Trump del 12 de noviembre, al que asistieron los Proud Boys, varias personas fueron apuñaladas y decenas aprehendidas.
Por todo eso, la Policía está en alerta para afrontar esas “salvajes” protestas. A este respecto, el Departamento de Policía Metropolitana de Washington ha intensificado las precauciones, incluida la colocación de letreros en los que se indica que portar armas al descubierto es ilegal en la capital.
Además, las fuerzas de la Guardia Nacional apoyarán a los agentes de la policía local; mientras, la alcaldesa Muriel Bowser advirtió a los residentes que eviten el centro de la ciudad durante las protestas. Dijo también que está evaluando si es necesario declarar el toque de queda, según informes de los medios locales.
En un comunicado, el fiscal general del Distrito de Columbia, Karl A. Racine, advirtió el lunes por la noche a los residentes sobre los manifestantes que intentarían provocar y “causar estragos”, y urgió a “quedarse en casa y evitar el centro esta semana, si es posible”.
La campaña de Donald Trump ha perdido decenas de recursos judiciales en varios estados en disputa, y juez tras juez han dicho que el presidente saliente jamás pudo probar la existencia de fraude. Sin embargo, en actual inquilino de la Casa Blanca insiste y presiona al Congreso para que no certifique el triunfo de su rival demócrata.
Tomado: Tercerainformacion