Las investigaciones llevadas a cabo contra la expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, destaparon que su homólogo en Ecuador, Lenín Moreno, envió armas para reprimir al pueblo boliviano que protestó en contra del golpe de Estado ocurrido en 2019 para derrocar a Evo Morales, elegido por amplia mayoría en los comicios presidenciales de octubre de ese año.
La Agencia Boliviana de Información señaló que el gobierno ecuatoriano en aquel momento entregó 5 500 granadas de mano GL-302, 500 granadas de sonido y destello para exteriores, 2 389 proyectiles de largo alcance calibre 37 MM, y 560 proyectiles de corto alcance calibre 37 MM.
El ministro de Justicia y Transparencia Institucional, Iván Lima, informó en su perfil de Twitter que «la investigación que lleva adelante Ecuador, y que presentaremos en Bolivia, debe procesar este crimen de lesa humanidad internacional con base en el uso que dieron de estas armas contra el pueblo de Bolivia. La responsabilidad de Áñez y Lenín Moreno no puede quedar impune».
Por su parte, la televisora Telesur informó que el abogado y asambleísta ecuatoriano Fausto Jarrín Terán presentó una denuncia contra el expresidente Lenín Moreno, por el delito de entrega de armas, gases lacrimógenos y proyectiles para el uso de la fuerza pública boliviana contra la población civil durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez.
El material añade que ese arsenal bélico provocó la muerte de 37 personas, entre ellas las de los manifestantes en las masacres de Sacaba y Senkata.
Tomado: Granma