Países integrantes del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidieron este sábado el cese de las hostilidades en territorio etíope, así como pidió acelerar el proceso de ayuda humanitaria al país africano.
“El Consejo está profundamente preocupado por la expansión e intensificación de los enfrentamientos militares y su impacto humanitario”, resaltó el comunicado refiriéndose a la escalada de violencia presente en Etiopía que amenaza la vida de millones de personas y ha desplazado a otras tantas.
Por otra parte, el grupo integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, China, Francia como partes permanentes y otras diez naciones como miembros temporales, “piden el fin de las hostilidades” y exigió “la negociación de un alto el fuego duradero”.
El conflicto en Etiopía estalló a inicios de noviembre de 2020 luego de meses de tensiones entre el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés) y el Gobierno tras la postergación de las elecciones parlamentarias.
El TPLF lanzó un ataque contra una base militar ubicada en Mekelle, ciudad perteneciente a Trigray por lo que el ejecutivo encabezado por el primer ministro Abiy Ahmed Ali ordenó una ofensiva militar.
Luego del avance de las tropas del TPLF y la expansión de la violencia a varias regiones del país, Ahmed Ali ordenó un cese al fuego que fue criticado e irrespetado por los miembros opositores.
Miles de personas han sido asesinadas y, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para junio del 2021 más de 800.000 personas habían sido desplazadas, cifra que debe haberse multiplicado a poco más de un mes de finalizar el año, todo ello consecuencia del conflicto en Tigray.
Tomado: Tercerainformacion