Cathy Scott Clark, la periodista y autora británica, reveló, en su libro “The Forever Prisoner” (prisionero para siempre), detalles de una reunión secreta de la CIA en la que sus altos funcionarios discutieron “técnicas de interrogatorio mejoradas” y varios métodos controvertidos para tratar a los detenidos.
El texto se centra en el caso de Abu Zubaydah, un recluso del Guantánamo, que fue sometido a ahogamiento 83 veces en un mes, colgado desnudo del techo y privado del sueño durante 11 días consecutivos.
En los primeros años de la llamada “guerra contra el terror” de EE.UU., el centro de detención de la Bahía de Guantánamo, también conocido como “Gitmo”, se convirtió en sinónimo de abuso y tortura de prisioneros.
Los detenidos en esta cárcel fueron sometidos a abusos, humillaciones y torturas generalizadas durante sus interrogatorios, cuyos relatos fueron expuestos gradualmente al mundo exterior por los pocos inspectores que visitaron la prisión y algunos de los reclusos que fueron liberados años después.
Además, Clark señaló que su libro detalla “cómo el programa mejorado de interrogatorios de la CIA condujo definitivamente a abusos en el Ejército estadounidense”.
La tortura es una práctica bien extendida y arraigada entre los agentes estadounidenses, pues las autoridades de este país no solo no lo reprueban, sino que lo aplauden promocionando la carrera de los funcionarios implicados en estas violaciones de derechos humanos.
Tomado: tercerainformacion