“Responsabilizamos al gobierno israelí por esta escalada y hacemos un llamado a la administración estadounidense para que rompa su silencio y detenga esta agresión que inflamará a la región”, afirmó Rudeina en un comunicado.
El funcionario instó al pueblo palestino a proteger el santuario, el tercero más sagrado para los musulmanes.
Por su parte, el director de la Mezquita de Al-Aqsa, el jeque Omar Al-Kiswani, denunció que los soldados se subieron al techo del templo para disparar desde allí a los fieles reunidos en el patio.
Precisó que cientos de uniformados rodearon la edificación, que forma parte del complejo, y comenzaron a expulsar a los palestinos presentes al tiempo que bloquearon todos los accesos cercanos para impedir la llegada de los feligreses.
La Media Luna Roja informó que al menos 17 palestinos fueron heridos tras un nuevo asalto de las fuerzas de seguridad israelíes a la Explanada de las Mezquitas, el segundo desde el viernes último.
La nueva violación del sitio sagrado es el resultado de llamados de organizaciones judías extremistas a realizar una visita masiva y provocativa durante la festividad de Pesaj, que inicia la conmemoración del éxodo judío, denunció la agencia oficial de noticias Wafa.
Televisoras árabes mostraron imágenes de los soldados mientras golpeaban y lanzaban gases lacrimógenos contra los palestinos para intentar expulsarlos de la zona.
La Radio del Ejército israelí anunció que al menos nueve palestinos fueron arrestados durante la redada.
El lugar es venerado tanto por musulmanes, que lo llaman Explanada de las Mezquitas, como por judíos, que lo conocen como el Monte del Templo.
Israel ocupó la zona oriental de la metrópoli en la guerra de 1967, y desde entonces mantiene bajo su control el territorio pese a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Tomado: tercerainformacion