24 de Noviembre de 2022. Serbia y Bosnia y Herzegovina. Se acerca el invierno, y el invierno siempre es una estación horrible para las personas que están migrando. Muchas vidas corren peligro debido a las bajísimas temperaturas que se registran durante estos meses y, un año más, ni las autoridades de la Unión Europea ni sus socios han tomado ninguna medida importante para evitar que miles de personas que están en busca de seguridad sigan viviendo a la intemperie durante este periodo.
No Name Kitchen nació precisamente un mes de invierno. En febrero de 2017. Fue cuando un grupo de personas llegó a la ciudad de Belgrado y allí, en una antigua estación de tren, se encontró con unas 1,200 personas, casi todas de Afganistán, muchas menores de edad, que para calentarse utilizaban maderas de la antigua estación que estaban impregnadas de creosota, un material tóxico para los pulmones. Este grupo de personas, viendo que ninguna de las organizaciones institucionales estaba actuando, comenzó a repartir leña y a compartir platos de comida caliente con todo el mundo al menos una vez al día. Las fronteras de la Unión Europea estaban cerradas, las devoluciones en caliente desde países de la UE eran una constante y las personas estaban atrapadas en Serbia.
Ahora estamos a las puertas del sexto invierno en el que miles de personas van a estar viviendo a la intemperie a las puertas de la Unión Europea . Estas personas están migrando o en busca de asilo. La mayoría vienen de Afganistán, Siria, Irak ,Pakistán, Marruecos, Burkina Faso y otros países con conflictos o graves problemas económicos.
Como la Unión Europea no ofrece vías legales y seguras a las personas para que puedan migrar, la alternativa que queda es conseguir entrar en un país de la UE y una vez ahí pedir asilo. El problema es que cuando una persona pisa uno de estos países de la UE ubicados frente a las fronteras externas, lo más común es que la policía los devuelva a Serbia o a Bosnia, los países vecinos. Es algo ilegal como llevamos denunciando desde 2017 pero es el día a día.
En invierno, en Serbia o en Bosnia y Herzegovina, las temperaturas pueden llegar incluso a los -20 grados centígrados. Ahora mismo calculamos que habrá unas 1500 personas en estos dos países que están viviendo en fábricas abandonadas o en tiendas de campaña en los bosques. Desde No Name Kitchen queremos denunciar que, sabiendo esto, la Unión Europea y sus socios no han tomado medidas importantes, un año más, para evitar que el frío pueda dañar la salud de las personas o incluso llevarse vidas por delante. Muchos de los campos de refugiados están totalmente llenos y no aceptan a más personas. Y en general estos espacios no ofrecen condiciones de vida dignas.
Mientras tanto y ante esta pasividad, las organizaciones independientes como No Name Kitchen con el apoyo de personas y colectivos, nos vemos en la obligación moral de apoyar a las personas con mantas, zapatos, ropa de abrigo y leña para evitar que el intenso frío pueda acabar con su salud y hemos lanzado una campaña de invierno.