Luego de casi año y medio de
firmarse la paz en el teatro Colón, lo único que se puede anotar de este
proceso es la disminución notable de los heridos de guerra, los bombardeos y la
destrucción que deja la guerra. Después de que la guerrilla entrego las armas a
la ONU, son nulos los avances que se han dado en temas fundamentales como la
reinserción de los ex guerrilleros, la puesta en marcha de proyectos
productivos, como temas esenciales para un proceso exitoso.
Por otro lado, los temas
fundamentales como el derecho a la tierra, las transformaciones sociales, la
ley de víctima, participación política (16 curules para víctimas), la reforma
política, han venido sufriendo un progresivo desmonte por parte de La Corte
cuando le dio vía libre al congreso para modificar los acuerdos, estos enemigos
naturales de cualquier cambio social y la justificación de la existencia de la
guerrilla, hicieron de las suyas con lo acordado, lo acomodaron a sus
intereses, ya sabemos que más de un congresista pillo, se ha adueñado de
tierras de forma fraudulentas, entre otras prácticas delictivas, que desde
luego, no están dispuestos a perder lo ganado ni a ceder su silla en el
congreso, para quienes quieren participar de forma honesta.
En este mismo escenario se
encuentra el tema de la JEP la justicia especial para la paz, como se acordó es
que todos los involucrados en el conflicto debería pasar por este tribunal,
como también los que actuaron en la sombra, quienes ordenaron masacres,
desplazamiento, amenazas y desapariciones forzadas, con el fin expreso de
obtener réditos económicos o políticos, en este escenario, también deberían
comparecer los medios de comunicación, iglesia y multinacionales, esto con el
fin de que por fin se pudiera identificar a quienes ejercieron violencia y se
amparaban en la fachada de respetables personalidades. Pese a esto, el congreso
actúo contrario y dejó sin vía la participación de estos criminales, por lo que
se supone seguirán sin recibir justicia y procediendo de acuerdo a sus
negocios.
El que La Corte, el Congreso
sin olvidar la ultra derecha, hayan modificado los acuerdos, demuestra que lo
ocurrido en La Habana no tuvo ninguna validez y que la guerra y la paz la siguen
definiendo los mismos que la iniciaron y que la FARC ahora convertidos en
partido político, va a tener una pobre participación en el gobierno con 10
congresistas no va a poder hacer oposición, esto en el plano político fue lo
único que se acordó y el gobierno feliz, de no tener que ceder algunas
embajadas ni otros puestos burocráticos donde algunos ex guerrilleros podrían
empezar a diseñar proyectos sociales, bueno lo que pasa es que las embajadas
son diseñadas para enviar a los delincuentes del gobierno y así torpedear las
investigaciones, la cara de Colombia en el exterior.
Caso Santrich
Lo sucedido con el caso del
ex guerrilleros Santrich, se está demostrando en primer lugar, que seguimos
siendo gobernados por los gringos, son quienes nos dictan leyes y las debemos
cumplir, o sino caerá sobre nosotros el peor castigo, no es extraños que la DEA
opere en Colombia como amo y señor y peor aún, que les estén haciendo seguimiento
a los líderes de la FARC, para ver a qué horas caen en el señuelo o la trampa,
y así tener el argumento sólido de que siguieron delinquiendo por esa razón
serán llevados a comparecer ante un juez en EEUU.
De esta forma el gobierno no
tiene que cumplir lo acordado y los ex guerrilleros de base sin tener ningún
respaldo ni encontrar un cambio en su situación económica que en muchos casos
fue el motivo de su ingreso a la guerrilla, retornaran a su oficio, con ello,
los amantes de la guerra felices, se reanuda su negocio y ganancias.
Algunos analistas han
afirmado que con la captura de Santrich se demuestra que la justicia tiene
competencia para juzgar a los guerrilleros que sigan delinquiendo, no se
necesitaba de una captura para demostrar la competencia de la justicia gringa, para
que al interior se diga que el que la hace la paga, esto también, está en
entredicho, pues, varios congresistas siguen campantes y la justicia no los ha
llamado a pesar de existir procesos de 20 años atrás, la eficiencia de la
justicia.
El tema Santrich, también,
evidencia la división que hace ya un tiempo Timochenko planteo, la línea dura y
la blanda al interior del partido, sin olvidar que es el único crítico sobre el
acuerdo de paz, el incumplimiento por parte del gobierno, la deformación que
han tenido el texto y todo lo que ha venido ocurriendo con el accionar
paramilitar, la libertad de los presos, contrario a los otros jefes, que se han
acomodado con las migajas que les ha ofrecido el gobierno y su permanencia en
la capital, por lo demás, sus quejas no se han escuchado, como tampoco, el
respaldo a su compañero de lucha, ya no se actúa en colectivo sino de forma
individual.
Una posible extradición de
Santrich sin duda sería un duro golpe no solo al acuerdo de paz, sino al
interior del partido, posiblemente este sufriría una grieta, obligando a muchos
ex guerrilleros a volver a lucha por falta de garantías, sin olvidar, que el
liderazgo que un día existió se ha venido perdiendo, tras la muerte de Alfonso
Cano, Timochenko ha venido fungiendo como comandante en jefe, pese a esto, su
liderazgo se ha venido perdiendo no solo por cuestiones de salud, sino su falta
de carisma, de conocer a los miembros de su partido, a su discurso moderado
frente al gobierno y los cambios sociales. Igual pasa con Márquez, su
distanciamiento con los guerrilleros de base,
el acomodamiento en Bogotá, como si el verdadero logro revolucionario
fuera vivir en la ciudad, esto permite prever que el partido político puede
haber nacido muerto.
No es solo una crisis por la
que se está pasando, sino la definición de un partido, que carece de
experiencia, cuenta con una oposición feroz de todos los sectores políticos de
izquierda y derecha, pero que además, debe solucionar la crisis interna, las
roscas que se han venido formando, esto permite prever que solo un grupo
minoritario es el que ha participado, mientras los demás ya son parte de la
reserva, donde lo único que les espera es el mercado del rebusque.
Finalmente que el gobierno
no le cumpla al proceso de paz o que el nuevo gobierno termine con lo poco que
queda, no solo está reciclando un conflicto que hasta el día de hoy de niega a
morir, sino que abre la puerta a un conflicto diseminado, con características diferentes,
actores de toda índole, donde no solo sea una disidencia, sino muchos grupos
que compiten entre sí por el poder y los recursos naturales, que estarán dispuestos
a todo.