La Cumbre de los Pueblos culminó el sábado en Lima, capital de Perú. En su declaración final ratificó la lucha de los movimientos sociales contra el imperialismo, llamó a la defensa de la soberanía latinoamericana, así como a la lucha unitaria contra la arremetida neoliberal.
A continuación, parte del texto íntegro:
– Llamamos a enfrentar la arremetida contra las condiciones y derechos laborales de la clase trabajadora en el continente, rechazamos las políticas neoliberales que promueven precarización y desregulación laboral, exigimos trabajo digno/decente.
– Nos oponemos a las medidas de austeridad neoliberal orientadas a reducir la inversión pública en programas de asistencia y de protección social.
– Rechazamos las pretensiones de privatizar los regímenes de jubilaciones públicos para entregarle los recursos de millones de trabajadores y trabajadoras a los intereses privados corporativos.
– Seguimos rechazando los Tratados de Libre Comercio y los Tratados de Protección de Inversiones, que son instrumentos a favor del poder corporativo transnacional y en contra de nuestros pueblos.
– El derecho a la tierra sigue siendo hoy más que nunca el derecho inalienable de nuestros pueblos originarios y campesinos/as, la tierra debe ser para quien la trabaja.
– Condenamos la violencia machista y la lógica de la impunidad con los feminicidios que peligrosamente se convierten en una práctica generalizada en nuestro continente. En nuestra agenda colocamos con prioridad la lucha por la igualdad de género. Sin igualdad de salarios para las mujeres, sin paridad en la participación política, sin igualdad de acceso a empleos dignos, sin respeto a sus derechos sexuales y reproductivos, no tendremos sociedades ni igualitarias, ni democráticas, ni inclusivas.
– Condenamos la criminalización de la protesta social que se ha convertido en la acción generalizada en nuestros países, ocasionando decenas de víctimas de activistas sociales.
– Seguimos luchando contra la lógica extractivista de nuestras economías y por modificar la matriz productiva de nuestros países.
– Llamamos a enfrentar el fortalecimiento del fundamentalismo religioso que en alianza con el capital pretende volver al oscurantismo a nuestra América.
– Rechazamos la utilización de los sistemas de justicia como instrumentos de persecución política contra líderes progresistas de América Latina.
Manifestamos nuestra inquebrantable solidaridad con el compañero presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien enfrenta hoy a todo el aparato de la judicialización de la política y el odio de las élites brasileñas, por ser el referente de los oprimidos y excluidos”.
“Exigimos por tanto el fin del criminal bloqueo económico, financiero y comercial de estados unidos contra cuba tal como lo exige en forma contundente la Asamblea General de Naciones Unidas, así como la devolución inmediata del territorio ilegalmente ocupado por la base militar estadounidense en Guantánamo”, agrega.
De igual forma, reiteraron su solidaridad con la Revolución Bolivariana de Venezuela y condenaron “la agresión imperialista, la guerra económica y el acoso político” contra esa nación.
“Nuestro apoyo para el presidente Nicolás Maduro, exigimos el cese de las sanciones ilegítimas y unilaterales contra el pueblo bolivariano, rechazamos la pretensión de la intervención militar en Venezuela bajo el pretexto de ayuda humanitaria; exigimos la no injerencia en las próximas elecciones del 20 de mayo y el respeto a la soberanía y autodeterminación de nuestros pueblos”, asevera.
Tomado: matrizur.org