Hoy cuando se cumplen 8 años, de su miserable asesinato, ordenado por Juan
Manuel Santos, cuando se encontraba disfrutando de las paradisiacas playas de
Cartagena y sin que ninguna legislación o fuero lo ordenara, decidió tú muerte,
traicionando nuevamente como lo han hecho las élites en el poder, el
acercamiento y los buenos oficios que se estaban realizando para empezar a
concretar la paz.
Debo contarte que la paz se firmó, no la que soñaste como muchos, que hoy tampoco
están, sino la que la élite nos dejó, a pesar de eso, no planteaba grandes
cambios ni transformaciones políticas ni la toma del poder, ni compartir el
gobierno, como lo han hecho algunas organizaciones armadas que han firmado la
paz en sus países, ejemplo el IRA. Sino el trueque de entregar las armas por 10
curules en el congreso, que al final resultaron siendo 8, por la trampa que
desde el gobierno se planeó contra Márquez y Santrich, esta situación los obligó
a devolverse al monte, junto con otros compañeros.
Te sigo contando, ese acuerdo que se firmó el 24 de noviembre de 2016, en
el teatro Colón, fue dejado en manos del Congreso y La Corte, quienes
decidieron lo que debía o no quedar, como entenderás, las élites no iban a
ceder un punto, por el contrario, buscaron las formas más sofisticadas y
miserables, para desvertebrar el acuerdo, es de inferir, que era un acuerdo
firmado con un Estado y la guerrilla. Modificarlo era traicionar el acuerdo, y
la paz empezaba a pender de un hilo.
Las modificaciones que le hicieron a la JEP, donde quedan por fuera los
terceros, impide que se conozca la verdad y que los auspiciadores y los que
ordenaron crímenes, queden en la impunidad y sigan actuando en la sombra, por
lo que la verdad, necesaria para cimentar las bases de un nuevo país, no se va
a lograr. Estos son los mismos que siguen actuando hoy, exterminando a los
defensores de derechos humanos, líderes sociales y el exterminio de ex
guerrilleros, donde las fuerzas armadas y los paramilitares, son los responsables;
el caso de Dimar Torres, debería alarmar a un país entero, pero seguimos
sumergidos en la indiferencia como sociedad y el poco apoyo de la comunidad
internacional. Seguimos siendo objeto de la política de seguridad nacional, el
desmonte del enemigo interno va a tardar unos 50 años.
Por otro lado, están los temas gruesos, como la reforma agraria, el censo
rural, la devolución de tierras a los campesinos que fueron desplazados,
quedando la tierra en manos de terratenientes y paramilitares otras más en manos
de políticos incluso de magistrados, que se aprovecharon de su condición social
y de arreglar la posesión para arrebatar las tierras de las viudas.
Pero te cuento, que sobre este tema no se ha avanzado, por el contrario,
los congresistas de la extrema derecha liderados por el corrupto delincuente
Uribe, buscan aprobar una ley, que premie a los despojadores y criminales, se
sabe, que estas tierras todas están manchadas de sangre de sus legítimos dueños,
como tampoco se aprobó por el congreso las 16 curules para las víctimas. Este
hecho demuestra que, al Estado y al gobierno, no les interesa las víctimas como
siempre argumentaban para deslegitimar el accionar legítimo de la insurgencia.
Todos sabemos que las víctimas son menos que una estadística.
Frente a estos temas importantes para muchas comunidades, que sufrieron la
guerra y que creyeron que al firmar la paz y la guerrilla entregar las armas,
se empezaría por fin otro capítulo para la historia del país y de sus regiones,
se equivocaron. Los paramilitares han venido creciendo como ratas y se han
apostado en estos lugares a hacer de las suyas, con un gobierno de extrema
derecha, dirigido por Uribe, solo se puede esperar es que la violencia siga
incrementándose.
Como si eso no fuera suficiente, debo contarte que el acuerdo de paz, le
dio la posibilidad a la guerrilla de convertirse en un partido político, el
cual tiene asegurada su personería jurídica por dos periodos presidenciales, lo
que implica, participar de forma activa en la contienda electoral, con
candidatos propios o coaliciones, tú sabes, que eso nunca ha funcionado y en
este momento han llegado unos cuantos oportunistas, los que no tuvieron nunca
la menor idea lo que es la guerra ni la vida en la guerrilla, esperando obtener
el aval del partido para beneficio propio, sin que eso quiera decir, que van a
representar los intereses por los cuales la guerrilla lucho durante más de 60
años.
En ese mismo lugar, está la dirección del partido, que no son más, sino el
antiguo secretariado, excepto Márquez, y la llegada de Carlos Antonio, los que
parecen que se disputan el poder, sin tener en cuenta que son un colectivo, que
lucha por unos objetivos en común. Timochenko que no fue elegido presidente del
partido se atornilló en ese puesto, lo que hizo que muchos antiguos compañeros,
no se candidatizaran por cuenta del partido, sino por otras alianzas y
coaliciones, no tiene liderazgo y en lo único que ha contribuido es el división
del partido, los congresistas parecen que se les olvido, el sentido de la lucha,
han llegado a plantear sin siquiera sonrojarse que si a Santrich lo extraditan
es porque no cumplió con lo acordado, Un revolucionario jamás podría estar de
acuerdo con una extradición de un nacional, pero así de bajo han caído algunos.
La miopía de la dirección y el acomodamiento que han venido haciendo en
Bogotá, les impidió lanzar candidatos fuertes en todas las zonas donde las FARC
tuvo influencia, esto les había permitido, darse a conocer en un nuevo
escenario y empezar acumular caudal político, con ello, el partido se abría a
los vastos sectores sociales, que han permanecido marginados, pero esto no fue
posible, por temor, incapacidad, disputas internas, liderazgos. Como si esto
fuera poco, parece que a muchos guerrilleros se les olvido el discurso político,
algunos se han dedicado a realizar proyectos de emprendimiento colectivo, que
presentan en rueda de negocios, no lo presentan con un discurso político, que
reivindique su lucha, sino como un logro a corto plazo.
Que son los mismos que le han impedido al partido convertirse en una
verdadera fuerza alternativa, se perdió la coyuntura política y en 4 años,
siendo honestos es muy difícil llegar a más lugares, tampoco, existe la certeza
que el partido se consolide o permanezca, lo digo, porque en este momento se
carece de liderazgo, al interior del partido se percibe una fractura, lo que
lleva a pensar, que un pequeño grupo, está destruyendo lo que muchos
construyeron con esfuerzo, dedicación y conciencia política. Es decir, la lucha
que se tuvo contra el Estado fue para una élite que se apoderó de un liderazgo
que no le corresponde, este debe ser ganado como se hacía en la guerrilla.
Lamento decirte, pero el partido en manos de esa dirección no va avanzar,
son incapaces de dirigir y les importa muy poco los logros colectivos. Algunos
comentarios han insinuado que no apoyaron a sus propios compañeros en las
elecciones de mitaca, lo que parece lamentable, pero, todo esto es producto del
acuerdo y la entrega de armas, sin que la implementación ya hubiera avanzado en
un 50 %, como mínimo, para algunos, pudo más el afán por estar en Bogotá, que
la implementación.
Lo positivo que resalto de este acuerdo, son los logros personales que la
gran mayoría han asumido, como terminar sus estudios de primaria, bachillerato,
algunos se han capacitado en diferentes oficios y otros se han ido a estudiar
medicina a Cuba, mientras el gobierno, no ha ofrecido becas ni cupos para que
todos estudien y se especialicen en algún oficio.
Estimado y nunca olvidado camarada Alfonso, debo decirte que dejaste un
nivel muy alto de liderazgo y ética que son difíciles de superar, por eso la
maldita élite decidió tu muerte, no en combate como debería ser, sino con el
miserable ataque de más de 1000 mil hombres, persiguiéndote, lo que demostró
fue el gran temor que te tenían, sino fuera así, Santos no hubiera confesado
que ordeno tu muerte y que lloró de la risa, la psicopatía de un presidente,
que esperamos sea llamado a la JEP.
Pero hoy no quiero, seguir interrumpiendo tu descanso y paz eterna, solo
quiero que sepas que hombres como vos nunca mueren, permanecen por siempre como
fuente indeleble del sacrificio y la lucha por un mundo digno.