martes, 7 de julio de 2020

El Ejército chileno se prepara para la «guerrilla urbana» post cuarentena

Estas escopetas de calibre 12 tendrán una recámara de 76 mm y su cañón deberá contar con una longitud entre los 465 y los 800 milímetros. Aparte de esto, el peso del arma no debe exceder en los cuatro kilogramos y la longitud total del arma deberá ser menor a 1.250 milímetros. A estas características se le han unido otras, como que la capacidad del cargador sea superior a cuatro cartuchos.
Por último, el pasamanos podrá estar fabricado en materiales sintéticos, algo que sin duda reducirá su peso. Estos materiales podrán ser polímero o madera. Este tipo de armas son utilizadas por las unidades de antidisturbios para reprimir manifestaciones. Los proyectiles que disparan son de goma, sin embargo el daño que pueden provocar es serio.
Recordemos que hace unos meses se viralizó en redes sociales una publicación hecha desde el Twitter del Ejército, en que se revelaba el entrenamiento de funcionarios policiales a efectivos militares. “Carabineros de Chile, de la Subcomisaría de Fuerzas Especiales de Coquimbo, capacitó a nuestros soldados del Regimiento N°21 ‘Coquimbo’ en técnicas de orden público y control de muchedumbres, utilizando el equipo recibido en la unidad”, decía el escrito, acompañado por fotos.
Finalmente, la publicación se bajó desde la cuenta institucional, pues -aseguran en el Ejército- tenía algunos errores conceptuales. Entonces, ¿de qué se trató?
Consultado el Ejército, explicaron que la capacitación sí existió, pero no con el fin de dotar a los militares de conocimientos para el control del orden público, sino que era para que aprendieran a usar algunas de las últimas herramientas que la institución adquirió para enfrentar los ataques en cuarteles de la institución.
El Ejército compró cascos y escudos, luego de que se intensificaran los ataques con molotov y piedras a las instalaciones de, al menos, 15 cuarteles.
Uno de los últimos ataques a una unidad militar ocurrió el 15 de enero, cuando un grupo lanzó bombas molotov hacia el Regimiento N° 23 Copiapó, en la Región de Atacama. Esa vez, la institución informó que “ante el ataque a recintos militares, el personal militar se encuentra facultado para repelerlos, haciendo uso racional de la fuerza y de las armas que el Estado de Chile le ha confiado, resguardando tanto el material de guerra proporcionado a la institución como la propia integridad física”.
El entrenamiento que estuvo a cargo de Carabineros buscó entrenar al Ejército para defenderse de estos ataques. Desde la institución explicaron que hay protocolos que establecen que si hay gente que ingresa a las dependencias uniformadas, habrá otra respuesta, distinta a la contención.
Tomado: Tercerainformacion