El año 2019, marcó un crecimiento de las protestas
multitudinarias en las principales capitales del mundo, el caso de los chalecos
amarillos en Francia, han sido emblemáticos, no solo por la participación de
cientos de franceses que no estuvieron de acuerdo con las medidas del gobierno,
países como Alemania donde las protestas fascistas se han vuelto, amenazantes a
los jóvenes que salen a expresar su descontento con el gobierno, otras
protestas se han tomado las calles en varias ciudades de EEUU, latinos y
negros, protestan por el racismo y la brutalidad de la policía. En Colombia
también se presentaron varias marchas reclamando al gobierno mejoras en el
salario mínimo, cumplir con el acuerdo de paz y parar la violencia contra
líderes sociales, ex guerrilleros.
El 2020, parecía que lo que iba a determinar las
agendas, era las protestas a nivel mundial, los jóvenes ya habían alcanzado la
calle y no se iban a dejar sacar de este espacio logrado, fue justamente cuando
apareció la alarma por un virus, el coronavirus, que amenaza la humanidad
entera, este virus es tan violento, que tiene su forma de contagio la
socialización, por lo que mientras las grandes farmacéuticas se disputan la
vacuna, que promete posicionar a unas cuantas marcas y países, mientras los
países pobres, tercermundistas esperan, en el caso de Colombia que EEUU, por
fin consiga el milagro de la vacuna.
Pero como este virus es letal, el mundo entero tuvo
que aislarse, los gobiernos unos más que otros buscaron sacarle el mejor
provecho al tema de la pandemia, desde ese momento se empezó a hablar de
aislamiento social, esta debe tener 2 metros de distancia y se prohíben las
reuniones, peor aún las marchas y manifestaciones, so pena de ir preso por
violar la cuarentena y el aislamiento.
Para muchos gobiernos la declaratoria de pandemia por
la OMS, les cayó como anillo al dedo para poder hacer lo que les diera la gana,
es el caso de Colombia, Duque un gobierno en cuerpo ajeno, sin ninguna
autoridad ni capacidad de dirigir, se atrinchero en la casa de nari, dando
alocuciones todos los días, donde lo que quedo presente, es su incapacidad de
dirigir, de conocer sus funciones, la cuarentena se debía proponer para mejorar
o acondicionar el sistema de salud, así evitar muertes a causa de la pandemia.
Lo que nunca paso, fueron pasando los meses, se iba
levantando restricciones, sin que ello implicará, que el país preparó el
sistema de salud, lo que ocurrió, por el contrario, fue sumar al país en la
extrema pobreza, explicado por la cuarentena que impidió que gran parte de los
colombianos que viven del rebusque salieran a la calle.
Por su parte el gobierno pidió un préstamo al FMI, con
el argumento de soportar la difícil situación que viene dejando la pandemia, por
supuesto, no a las pequeñas empresas, ni estimular el empleo, sino otorgando préstamos
a las multinacionales, favoreciendo el sistema financiero, mientras el país en
su conjunto está sumido en la pobreza y desempleo, producto de la pandemia. Es decir,
se gobierna de espaldas a las grandes mayorías.
Pero como si fuera poco, el sub presidente, han
invertido gran parte del fondo para la paz, implementar el acuerdo, en mejorar
su imagen, pagando publicidad, mientras esto ocurre en la casa de nari, los
líderes sociales y ex guerrilleros, siguen muriendo a manos de grupos de
paramilitares, que siguen incendiando al país.
Para el gobierno son hechos aislados, las masacres que
vienen azotando una gran parte del territorio, son justificadas como siempre,
en ajuste de cuentas o sin el menor escrúpulo, los ministros de gobierno y
defensa han argumentado que estas personas se encontraban violando la
cuarentena, como si esto fuera poco el ministro de defensa un opaco político,
que nunca ha llegado a ocupar un cargo por elección popular, ha dicho que no se
trata de masacres sino de asesinatos colectivos, tratando de justificar seguro
la muerte de jóvenes, resulto más letal aislamiento que la misma pandemia.
Para el gobierno resultó muy conveniente elaborar
decretos de orden público y no en situación de emergencia sanitaria, para
garantizar que los colombianos cumplan con el aislamiento social y el
confinamiento, se desplegó por todo el país, el patrullaje del ejército, es así,
como militares armados hasta los dientes, son los que están recorriendo
municipios y departamentos, recordándole a la gente la importancia del lavado
de manos, tapabocas y distancia social, mientras siguen apareciendo muertos,
será que las emergencias sanitarias se combaten a tiros o con soluciones de
salubridad.
Como si esto fuera poco, el gobierno les dio autoridad
a los alcaldes y gobernadores, sobre el manejo de la pandemia, para estos la
única forma de impedir el contagio es el toque de queda, es así que el país
desde hace 6 meses se encuentra en toque de queda constante, se ha prohibido la
movilidad y los derechos humanos.
En este escenario no solo las masacres por bandas
organizadas a los jóvenes, sino la violación por parte del ejército a las
menores de edad y en las ciudades, el desbordamiento de la actividad criminal
por parte de la policía, con el argumento de violar la cuarentena, los policías
han golpeado y torturado hasta a los ancianos, no contentos con esto,
torturaron hasta matar a un abogado en Bogotá, el grito ciudadano no se hizo
esperar.
Pero los policías no contentos con la muerte del
abogado, siguieron en una horda criminal, con un saldo trágico de más 13
jóvenes víctimas de las balas, más de 160 muertos, un estallido social, que no
se presentó solo en Bogotá, sino en algunas ciudades, en las redes sociales
circulan cientos de videos de la sevicia como la policía ha actuado en contra
de la sociedad.
A lo que el gobierno y el ministro de defensa, han
salido con el argumento trasnochado que fue una infiltración de la guerrilla,
Iván Márquez está detrás de estos hechos, se olvida el gobierno que fue la
policía la que asesinó al abogado y como consecuencia los jóvenes salieron a protestar
siendo brutalmente perseguidos.
Para el comisionado de paz estos hechos reflejan que
el acuerdo de paz quedo mal firmado, es tal su descaro o desconocimiento, de su
labor, que debería no cobrar por apoyar algo que no refleja las políticas del
gobierno. La violencia con la que actúo la policía refleja la forma como se está
gobernando.
El gobierno y los comandantes de policía, se desligan
de los criminales que existen portando uniforme y armas, para decir que la
responsabilidad es individual, se olvidan que la policía es un cuerpo
colegiado, con mando jerarquizado, subordinados al mando, por lo que la
responsabilidad es de la institución en conjunto y la responsabilidad
individual de los asesinos.
Vale decir, que a pesar que existen videos sobre la
forma como los policías dieron muerte al abogado hasta el día de hoy no han
sido judicializados, como tampoco los demás que dispararon mataron e hirieron a
cientos de personas, protegidos por un fuero, la fuerza pública actúa como un
grupo armado ilegal, que el estado no ha logrado su orden.
Para el gobierno es mejor que la gente siga con
distanciamiento social y declarar toque de queda, con el argumento de prevenir
el desorden o la propagación de la pandemia, mejor que cada ciudadano se aislé,
así como se ha mantenido el congreso, Colombia es el único país donde el
Congreso no se ha instalado de forma presencial, se han concentrados los
poderes en manos del ejecutivo, es así como el presidente cuenta con el fiscal
de su partido, el contralor, defensor del pueblo.
La incapacidad de gobernar sin el discurso de la
violencia de las guerrillas, ha hecho que desde el mismo gobierno se incendie
al país, para justificar medidas represivas, todo con el argumento que fueron
grupos guerrilleros apoyados por una conspiración internacional o el foro de
Sao pablo o mejor aún interplanetaria.