“La declaratoria del estado de sitio se establece al considerar y determinar que en la circunscripción del municipio de El Estor, [en el departamento de] Izabal, se han realizado acciones que afectan al orden, la gobernabilidad y la seguridad de los habitantes”, anunció el domingo el mandatario del país centroamericano, Alejandro Giammattei.
El Gobierno guatemalteco aduce que, para garantizar la libertad de tránsito del pueblo, la medida se prolongará por 30 días desde su entrada en vigor, y durante ese tiempo se restringen los derechos de libertad de acción, detención legal, interrogatorio a detenidos, derechos de reunión y manifestación, tenencia y portación de armas.
Además, informó de la imposición del toque de queda en la zona entre las 18:00 y las 06:00, hora local.
En los últimos 18 días, El Estor ha sido escenario de las protestas de la comunidad indígena en rechazo a la extracción de la mina Fénix. Los manifestantes mantienen bloqueado el paso en una carretera del municipio para evitar el tránsito de camiones de la mina, según relata la Policía Nacional, cuyos intentos por despejar la zona han conducido al aumento de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los descontentos.
La actividad minera en Guatemala se realiza bajo la protesta de ambientalistas, campesinos e indígenas, que se oponen a la explotación de minerales y a la construcción de megaproyectos por considerarlos una amenaza a los recursos naturales.
Los líderes indígenas y de la sociedad civil rechazan también el trato del Gobierno hacia los pueblos que luchan por su inclusión en las grandes decisiones del Estado y que han sido relegados a un segundo plano históricamente.
De acuerdo a los datos oficiales, más del 50 % de guatemaltecos se autoreconoce indígena, sin embargo, es esta parte de la sociedad quien menos representatividad tiene en el Congreso y en general en instituciones del Estado.
Tomado: Tercerainformacion